lunes, 18 de noviembre de 2013

Privatizador y entreguista, el plan energético presidencial: Cárdenas.

La iniciativa, ilegítima políticamente, ya que no fue propuesta en la campaña de 2012.
Si es aprobada la reforma, es posible echarla atrás mediante una consulta ciudadana, advierte.
Fustiga la actitud servil del gobierno federal ante el espionaje confeso de Estados Unidos.
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En 2004 se produjeron 3.5 millones de barriles de petróleo y ni creció la economía ni hubo empleos ni nada que se le parezca, expresó Cuauhtémoc Cárdenas durante el mitin que encabezó en el Zócalo.
La reforma energética propuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto para permitir los contratos de utilidad compartida en extracción y generación de hidrocarburos es entreguista, privatizadora e ilegítima políticamente, al igual que la dizque educativa y la insuficiente de carácter fiscal, porque no la propuso en campaña ni los electores votaron por ella en los comicios del año pasado, expresó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
En una concentración en el Zócalo, convocada para la defensa de los hidrocarburos, el ex candidato presidencial fustigó la actitud servil de la administración federal ante el espionaje confeso de Estados Unidos, y sostuvo que no hay ninguna cifra que sustente los cuentos con que se pretende la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Llamó a los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a convencer a los legisladores de otras fuerzas políticas a no avalar la reforma para que no queden marcados de por vida por un voto de la ignominia, y los convocó a hacer todo lo posible para convencer a quienes piensan apoyar la privatización, antepongan el interés de México a cualquier presión. Que voten por México.

Medida regresiva y dañina
El ingeniero informó que se ha logrado reunir un millón 200 mil firmas –de un millón 630 mil necesarias– para exigir que se convoque a una consulta ciudadana y se pregunte a los mexicanos antes de que se adopte una medida tan regresiva y dañina.
Expuso que la iniciativa es anticonstitucional, y resaltó: el que quiere estar sometido, está sometido y se somete. El que es privatizador, quiere privatizar. El que es entreguista, quiere entregar. No podía esperarse otra cosa. No ha sido y no será de otro modo, si no actuamos para defender el patrimonio del pueblo mexicano.
El mitin se realizó con la Plaza de la Constitución llena, gracias a que delegados, diputados y senadores del PRD cumplieron la encomienda de su dirigencia de aportar una cuota de personas trasladadas, principalmente, desde las colonias de las delegaciones donde tienen influencia.
Además de Cárdenas participaron, entre otros, el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quien únicamente dio la bienvenida al encuentro; el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez; el presidente del sol azteca, Jesús Zambrano; el coordinador de los diputados federales, Silvano Aureoles, y legisladores de ese partido.
Cárdenas resaltó que la iniciativa presidencial se enmarca en una negación de lo revolucionario, postura que se confirma con la cancelación del desfile anual del 20 de noviembre.
Alertó que, como la intención del Ejecutivo es aprobar la reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución este mismo año –es decir, a más tardar el 15 de diciembre, cuando concluye el periodo ordinario de sesiones–, es necesario conocer cuáles son los riesgos de la privatización.
Entre ellos, afirmó que las empresas agotarán los yacimientos, porque sólo les interesara extraer la mayor cantidad de petróleo posible y poco les va a interesar cuidar las reservas.
Afirmó que en la falaz propaganda del gobierno sólo se hace referencia a la reforma al artículo 27, pero no se dice ni una palabra de los cambios pretendidos al 28, cuando éstos tendrán mayores consecuencias negativas para el país, porque se quitará al petróleo y la electricidad la condición de sectores estratégicos.
Además de perder esa categoría, agregó, el cambio al artículo 28 permitiría a cualquier persona física o moral, nacional o extranjera, adquirir los bienes de Pemex y de la CFE, empresas que serían desplazadas de manera absoluta de su principal actividad, quedarían sujetas al TLCAN y enfrentarían, al segundo siguiente de la entrada en vigor de la reforma, la competencia de compañías canadienses y estadunidenses.
Como se puede ver, la iniciativa del Ejecutivo es entreguista y privatizadora, dígase como se diga, esto no se puede ocultar.
En la exposición de motivos la iniciativa presidencial argumenta, señaló, que con sólo cambiar unas cuantas palabras de ambos artículos se elevaría la producción de petróleo y de gas hasta 3.5 millones de barriles diarios en 2025, crecería la economía, se crearían miles de empleos y bajarían los precios de la electricidad y el gas.
¡Cuentas alegres! ¡Mentiras del gobierno! Ya en 2004 se produjeron 3.5 millones de barriles y ni creció la economía ni hubo empleos ni nada que se le parezca, aseveró.
Si la reforma es aprobada por el Congreso y enviada a las legislaturas locales para su ratificación, aún es posible echarla para atrás mediante la consulta.
Requerimos más votos que los de los entreguistas y privatizadores. Votos de todos los mexicanos patriotas, de los mexicanos bien nacidos, manifestó.
A su vez, Arturo Núñez señaló que una decisión tan fundamental como la de permitir la intervención privada en Pemex no se debe tomar sólo por las dos cámaras del Congreso y el Constituyente Permanente, sino por los más de 80 millones de ciudadanos registrados en el padrón electoral.
Agregó que los trasnochados son quienes pretenden privatizar Pemex con el argumento de que es una empresa que ya no tiene capacidad de inversión y a la que se presenta quebrada contablemente.

Fuente: La Jornada.

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