lunes, 28 de abril de 2014

Revela una encuesta que ni 50% de mexicanos confía en las instituciones.


El denominado Informe país, que ordenó realizar el desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE), revela que la confianza de los ciudadanos en las instituciones no supera la mitad de los encuestados, salvo en los casos del Ejército (62 por ciento), los maestros (56) y las iglesias (55). En el documento, inclusive ese organismo bajó en confiabilidad al ubicarse en octavo lugar, con 34 por ciento, por debajo del gobierno federal (36).
A pesar de ello, la credibilidad social en el Ejecutivo federal se desplomó, según cifras del informe, pues en 2010 alcanzó 59 por ciento, lo cual supone una caída superior a 20 puntos. Una reducción similar es la registrada en la confianza en la policía, pues se redujo 14 puntos, para ubicarse en 22 por ciento.
En los últimos días del IFE se presentó un avance del documento, el cual se hizo llegar a consejeros y partidos –la versión completa– en días pasados. En éste se advierte: El correcto funcionamiento de un sistema democrático depende del acuerdo y apoyo ciudadano. En consecuencia, requiere un clima de confianza social y cooperación. Una vez más, los datos no son muy halagüeños. Uno preocupante es el que mide la tolerancia: cuatro de cada 10 expresaron desacuerdo con puntos de vista diferentes a los suyos.
Como parte de sus conclusiones, el texto revela también la desconfianza en las personas, lo que se refleja en unabajísima participación de los ciudadanos en organizaciones socialesEs muy probable que una de las razones por las que la participación política es limitada tenga que ver con la desconfianza de los ciudadanos entre sí y con el gobierno.
Ante la debilidad de la participación social en la vida comunitaria, el informe concluye que alentar una mayor cultura ciudadana en este contexto no es tarea que dependa sólo de la acción gubernamental, sino que se inserta en un proceso necesario de construcción de ciudadanía, que aliente su involucramiento en problemas nacionales.

Si el gobierno no se preocupa por los templarios, mucho menos por la producción de aguacate ni por la de limón.

En 3 meses el aguacate Hass subió 60%.


El aguacate Hass de primera calidad y de origen michoacano se vendió en abril en 36 pesos por kilo, lo que representa un aumento superior a 60 por ciento respecto a enero, cuando se vendió en 22 pesos.
De acuerdo con el Sistema Integral de Información de Mercados (SIIM) de la Secretaría de Economía, el fruto reportó un aumento de 65.03 por ciento en su precio máximo el pasado 25 de abril.
Con base en el SIIM, en lo que va de abril el precio mínimo del aguacate Hass pasó de 24.44 pesos el kilogramo a 28.99 pesos hasta el pasado viernes, lo que implica un aumento de 18.61 por ciento.

Así, en el cuarto mes del año, el precio del kilo del producto aumentó 18.61 por ciento en su precio mínimo y 17.87 por ciento en su costo máximo en la Central de Abasto del Distrito Federal, según datos de la Secretaría de Economía.

Fuente: La Jornada.

Crecimiento por debajo de 3% a causa de la reforma fiscal, prevén.

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La expectativa de crecimiento para este año se tendrá que ajustar seguramente, ya por debajo de 3 por ciento ante el debilitamiento del consumo y la inversión privada provocados por la reforma fiscal, sostuvo la cúpula empresarial del país.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indicó que la actividad económica nacional registró un crecimiento anual de 1.35 por ciento en el primer bimestre de 2014, su menor tasa de expansión de los últimos cinco años para un periodo similar, e inferior a la de 1.66 por ciento observada en el mismo periodo de 2013.
En tanto, analistas financieros estiman que el producto interno bruto (PIB) en el primer trimestre del año podría alcanzar un incremento de entre 2.2 y 2.4 por ciento anual, considerando que en marzo hubo un efecto favorable en las cifras de la actividad económica por un mayor número de días laborales que en el mismo mes del año pasado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) criticó que mientras persisten señales de debilidad en la actividad económica y hay pocas posibilidades de que la situación mejore en los próximos meses, las autoridadesno muestran signos de preocupación y no hay indicios de que intenten modificar su pronóstico de crecimiento de 3.9 por ciento para este año.
El organismo consideró necesario discutir posibles adecuaciones a la política fiscal, que verdaderamente estimulen la demanda agregada a través de una mayor inversión que genere empleo y fortalezca la capacidad adquisitiva de las familias.
El origen de la debilidad está en la economía interna
En su análisis semanal consideró que la falta de reacción de las autoridades pudiera obedecer a que el gobierno está confiado en que la aprobación de las leyes secundarias de las reformas dará nuevo impulso a la actividad económica en la segunda mitad del año o a que se esté esperando que haya un repunte en el ritmo de avance de la economía en marzo, como consecuencia del efecto de Semana Santa.
No obstante, dijo que para que dicho incremento tuviera un efecto importante en el crecimiento del primer trimestre, debería estar por arriba de 3 por ciento, y aunque eso fuera posible, el efecto de Semana Santa implicaría un sesgo a la baja en el comportamiento del segundo trimestre del año.