El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan (CDHM-T) demandó al Poder Judicial de la Federación emitir una sentencia con “celeridad, eficacia e incorporando las perspectivas de género y etnicidad” en los casos de Valentina Rosendo Cantú e Inés Fernández Ortega, indígenas abusadas sexualmente por militares hace 12 años.
Al
 confirmar el arranque del juicio penal en el ámbito civil contra cuatro
 militares presuntamente responsables de violación sexual, tortura, 
abuso de autoridad, entre otros delitos cometidos contra las indígenas, 
la organización emplazó al Poder Judicial Federal a hacer valer el 
reconocimiento que recientemente le hizo la ONU por su labor a favor de 
los derechos humanos.
En un comunicado difundido en su página de 
Internet, Tlachinollan consideró que “casos como los de ambas mujeres 
ponen a prueba el reconocimiento que recientemente brindó el Sistema de 
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a la Suprema Corte de 
Justicia de la Nación (SCJN), pues éste debe refrendarse en la actuación
 concreta que los juzgados federales conocen de casos emblemáticos como 
los de Inés y Valentina”.
El CDHM-T consideró “un triunfo 
emblemático para todas las mujeres que, pese a todos los obstáculos y 
adversidades, alzan su voz y denuncian la violencia”, al recordar que 
fue la búsqueda de justicia emprendida por Valentina e Inés desde 2002, 
cuando fueron violentadas, la que las llevó a recurrir a la Corte 
Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), instancia que obligó a 
Estado mexicano a reencauzar las investigaciones que estaban cerradas y 
en poder de la Procuraduría General de Justicia Militar.
Como 
resultado de la sentencia internacional, emitida en 2010, recordó la 
organización, “tras un largo proceso” los expedientes en manos del fuero
 militar fueron enviados en 2011 a la Fiscalía Especializada en 
Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) de la 
Procuraduría General de la República (PGR).


