Este fin de
año pinta difícil para los proveedores del gobierno (y sus trabajadores, por
supuesto) que no han recibido el pago de sus facturas.
Dicen algunos que Pemex,
el Seguro Social, Fovissste y la CFE los han diferido a seis meses.
Sin
embargo, la Tesorería da otro trato a los altos funcionarios.
El aguinaldo y
gratificación de fin de año del Presidente de la República son soberbios.
Se
añade a su sueldo la compensación por el riesgo que corre en el desempeño de su
trabajo. Ustedes se preguntarán ¿cuál? Para riesgos, los de los ciclistas que
desafían a la muerte en las calles, principalmente en la capital. En cambio, el
Presidente y su familia viven protegidos por decenas de guaruras, policías y
elementos de la Guardia Presidencial.
En realidad la gratificación es un mal
disimulado sobresueldo que inventó Felipe Calderón una tarde cuando ya había
tomado…. velocidad.
Hay otro funcionario muy consentido presupuestalmente. Es
el jefe de la Auditoría Superior de la Federación, el vigilante que designa la
Cámara de Diputados para que cuide que nadie robe: Juan Manuel Portal.
Fue
elegido para cubrir el periodo de 2010 a 2017. ¡Qué chulada de aguinado el
suyo! Y también cobra por riesgo. ¿Y qué riesgos corre? El único sería que
desatara una investigación en serio sobre los jefes. Lo tienen muy apapachado.
Sus ingresos son casi iguales a los del Presidente.
Fuente y nota completa: La Jornada - Enrique Galván Ochoa.