16 meses de EPN
Esta semana el presidente Peña Nieto cumple 16 meses en Los Pinos. La economía no prende. El autogol del año pasado, cuando la Secretaría de Hacienda indujo su caída al congelar el gasto público, ha resultado ‘‘de efecto prolongado’’. La curva de aprendizaje del equipo toluqueño está tomando demasiado tiempo. Lo mejor de estos 16 meses es que no se ha desplomado el peso, no obstante la incesante salida de dólares de capitales golondrinos y pajarracos locales. El otro desafío es el crimen. Lo mejor fue la captura de El Chapo Guzmán. Sin embargo, el gobierno priísta no ha podido evitar que México figure en el lugar número 5 entre los países más peligrosos de América Latina, de acuerdo con el Índice de seguridad 2014, elaborado por los expertos de FTI Consulting Inc y citado en Forbes por la periodista Dolia Estévez. Los otros cuatro son Venezuela, Honduras, Guatemala y Haití. Ya Peña Nieto prescindió de los servicios del comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, y designó en su lugar a Alejandro Rubido. En el terreno de la corrupción, lo mejor ha sido el encarcelamiento de la profesora Elba Esther y el ex gobernador Andrés Granier. Sin embargo, no han pasado de ser golpes espectaculares que no se reflejan en una disminución del problema. Reventó el Oceangate, el primer gran asunto de corrupción postreforma petrolera. Aunque el procurador Murillo Karam quisiera disminuirlo a un litigio de carácter privado entre Banamex y Oceanografía, el origen está en las famosas facturas falsas de Pemex. ¡Y luego los moches! El presupuesto federal es de 4.5 billones de pesos. Si calculamos que 10 por ciento se destina a moches, estamos hablando de una fuente de corrupción gigantesca. ¡Con razón estamos como estamos!