jueves, 13 de noviembre de 2014

Campaña para firmas por los presos, torturados y contra la represión Puebla.

TORTURADOS, PRESOS Y PERSEGUIDOS POLÍTICOS EN PUEBLA

PARA LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS Y EL CESE A LA REPRESIÓN SOCIAL

Durante los casi cuatro años del gobierno de Rafael Moreno Valle han sido detenidos decenas y decenas de ciudadanos por llevar a cabo protestas ante situaciones de injusticia social. Hasta noviembre de 2014 habían sido consignados en las cárceles de la entidad al menos 40 hombres y mujeres por diferentes delitos; una veintena se encontraban en libertad condicional y existía otro número similar de órdenes de aprehensión. La inmensa mayoría son personas humildes que se han resistido a la imposición de proyectos gubernamentales no aceptados por sus comunidades, pero hay también profesionistas y luchadores sociales.
En muchas partes de nuestro país, cada vez más por desgracia, están ocurriendo actos violentos fuera de toda legalidad, plagados de inimaginables horrores, que son realizados, amparados o tolerados por instituciones del Estado. Los más recientes y lamentable hechos ocurrieron en Tlatlaya, Estado de México, e Iguala, Guerrero, pero también en Chalchihuapan, Puebla. En todos estos casos fueron dependencias gubernamentales las culpables de crueles homicidios, detenciones o desapariciones forzadas. Toda esta violencia y descomposición social tiene como vehículo la corrupción y la impunidad, y ambas lacras sociales habían sido vistas hasta ahora de manera pasiva por la mayor parte de la ciudadanía. Sin embargo, ante los agraviantes hechos, esto está cambiando vertiginosamente y nosotros queremos formar parte de este cambio, por ello ofrecemos la presente iniciativa.
Sin temor a equivocarnos, en todos los casos el gobierno poblano ha actuado contraviniendo los recursos jurídicos a que tiene derecho cualquier ciudadano. Cuando se ha determinado que es posible que algún detenido obtengan la libertad bajo fianza, estas se han fijado hasta en medio millón de pesos, lo que mantiene a muchos detenidos tras las rejas por ser personas de muy escasos recursos.
Las detenciones se han llevado a cabo al azar durante las movilizaciones de protesta, aprehendiendo muchas veces a gente que nada tenía que ver con ellas; y las acusaciones contra ellos resultarían risibles si no hubiesen llevado a muchas personas a la privación de su libertad. A la señora Enedina Rosas, de 55 años, comisariada ejidal de la región de Atlixco, la detuvieron el 6 de abril y hoy la mantienen en arraigo domiciliario por la enfermedad que padece, y los cargos que le imputan son haberle quitado los celulares a dos empleados de seguridad de la empresa que construye el gasoducto que circunda el Popocatépetl; perseguidos o detenidos como Abraham Cordero, Avelino Velázquez o Juan Carlos Flores son acusados por episodios que no ocurrieron o en los que no estaban presentes.
No sólo hay mucha gente en las cárceles, en condiciones inaceptables, también ha habido muertos por las operaciones represivas. Un hombre de 90 años de nombre Delfino Flores Melga, viejo luchador por las causas sociales detenido por apoyar una lucha campesina, murió en una sórdida cárcel poblana porque los jueces le negaron el derecho de llevar el proceso en su hogar, como establece la ley por tener más de 70 años. El niño de 13 años José Luis Alberto Tehuatlíe Tamayo fue la víctima mortal de un proyectil lanzado por la policía del estado cuando los uniformados reprimían una protesta en el pueblo de San Bernardino Chalchihuapan. Antonio Esteban Cruz, luchador campesino contra las hidroeléctricas, fue arteramente asesinado en Cuetzalan; y está incluso el caso del crimen del exrector de la Universidad Autónoma de Puebla, Samuel Malpica Uribe, cuyo asesinato estuvo revestido de utilización política por el gobierno morenovallista y su esclarecimiento está pendiente.
La intención del gobernador Rafael Moreno Valle por suprimir la disidencia con mecanismos como la represión y la instauración del miedo, se expresa en la existencia de la popularmente conocida como Ley Bala, que a pesar de que este mandatario ofreció abrogar en un momento álgido de la protesta social luego de los hechos de San Bernardino Chalchihuapan el 9 de julio, no ha ocurrido ni hay indicios de que ocurrirá.

A 5 años del asesinato de Mariano Abarca

5to-aniversario-abarca
El 27 de noviembre de 2014 se cumple el quinto aniversario de la muerte de Mariano Abarca Roblero, asesinado por su resistencia contra la minera canadiense Blackfire, por los daños sociales y ambientales que se estaban generando en el municipio de Chicomuselo, Chiapas, México. Todos los detenidos y castigados por su muerte tenía una relación con la empresa minera canadiense Blackfire. Jamás se llevó a cabo una investigación plena e imparcial para identificar y castigar a todos los responsables por su muerte. Blackfire también está bajo investigación por corrupción del presidente municipal por haber estado dando pagos directos a su cuenta bancaria personal para que controle la creciente protesta social en contra de sus operaciones. La mina de Blackfire se clausuró después de apenas dos años de operación por daños ambientales.
Pese a que la Embajada de Canadá en México conocía el caso y el inminente riesgo por las amenazas contra Mariano Abarca, no actuó para proteger la vida de Mariano, ni para asegurar que la empresa canadiense no viole las leyes en México ni siquiera las leyes de Canadá – en particular la Acta en Contra de la Corrupción de Funcionarios Públicos (CFPOA por sus siglas en ingles) – sino que se distanció de la investigación, defendió la reputación de la empresa y asesoró a la trasnacional sobre cómo podría demandar al estado mexicano a través del Capitulo 11 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Esto según el informeMinería Canadiense en México; Blackfire Exploration y la Embajada de Canadá – Un Caso de Corrupción y Homicidio, producto de una investigación exhaustiva hecha por tres organizaciones canadienses en 2013.