jueves, 6 de febrero de 2014

El Congreso Popular aprueba decreto que deroga la reforma energética de Peña Nieto

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Más de 2 mil personas provenientes de varias entidades se reunieron en el Monumento a la Revolución para denunciar que la reforma energética se aprobó de forma ilegal. Recordaron que en algunas legislaturas estatales se concedió el aval a la propuesta en menos de 15 minutos.
Con la asistencia de más de dos mil personas de todo el país y en el 97 aniversario de la Constitución de 1917, el Congreso Popular (CP) aprobó ayer un decreto por el que se deroga la reforma energética publicada el 20 de diciembre pasado y decidió efectuar acciones de resistencia civil pacífica para oponerse a la apertura de la industria petrolera y eléctrica. La primera se llevará a cabo el 18 de marzo próximo.
En la exposición de motivos del decreto se indica que la citada modificación constitucional se aprobó de manera ilegal. Por ejemplo el dictamen no fue discutido en comisiones y la minuta fue votada sin ser leída. Todo el proceso se realizó en tan sólo 83 horas, donde se incluye la discusión en las dos cámaras del Congreso y la aprobación en las legislaturas estatales. Hubo algunas de estas últimas, que avalaron la reforma en menos de 15 minutos.
Estas irregularidades –se afirma– son fundamento suficiente para considerar que los cambios a los artículos 25, 27 y 28 de la Carta Magna carecen de validez jurídica, ya que no hubo un proceso deliberativo sustancial, lo que se traduce en una violación de los artículos 40, 41 y 135 de la Constitución.
Aunado a ello, se explica que este tipo de reformas, que cambian de manera fundamental el régimen constitucional, correspondería hacerlas al constituyente original y no al permanente. Por ello, y porque los cambios en materia energética profundizan la desregulación y la incorporación de los recursos naturales estratégicos, como el petróleo y la electricidad, a la lógica de la especulación financiera, se determinó revocarlos.

Alta inflación hunde la confianza del consumidor.

 
 
En un contexto de repunte inflacionario, desaceleración de la actividad productiva y depreciación del peso, la confianza de los hogares en México sobre la situación económica propia y la del país tuvo un derrumbe anual de 15.5 por ciento en enero de este año, medida a través del Índice de Confianza del Consumidor. El hundimiento registrado por este indicador fue mayor a las más pesimistas expectativas de los especialistas.
Rafael Camarena, del grupo financiero Santander México, comentó la víspera que ‘‘el consenso de los analistas participantes en la encuesta realizada por la empresa Bloomberg anticipa que el Índice de Confianza del Consumidor se habría ubicado en enero en 90.1 puntos, que implicaría una caída de 9.9 por ciento anual’’. El repunte de la inflación y la menor dinámica de creación de empleos están afectando los niveles de confianza y por tanto las decisiones de gasto, dijo.
A 13 meses del inicio del primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, la posición de este indicador se ubicó en 84.5 unidades en enero de 2014, su nivel más bajo desde abril de 2010. En diciembre de 2013 se situaba en 100 puntos. Sin embargo, se trata de la mayor caída anual desde mayo de 2009, cuando este indicador marcó un hundimiento anual de 20.4 por ciento, en el peor momento de la recesión hace cuatro años.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en la variación mensual, con cifras desestacionalizadas, el índice de confianza cayó 6.20 por ciento en enero respecto de diciembre de 2013. Los especialistas del grupo Invex comentaron que la confianza pudo haberse mermado ‘‘por la implementación de la reforma fiscal, la visión negativa sobre la energética y el delicado desempeño de la economía en el último trimestre de 2013’’.
Elaborado con los resultados de una encuesta aplicada en 2 mil 236 viviendas de las 32 ciudades más importantes del país, el Índice de Confianza del Consumidor registró caídas pronunciadas en sus cinco componentes. En particular el que responde a la pregunta sobre la posibilidad de comprar muebles, aparatos electrónicos o línea blanca, el cual registró un hundimiento de 22.9 por ciento respecto de la posición que tuvo en enero de 2013.