En otros tiempos para triunfar en la vida era
preciso ser médico, abogado, ingeniero o político, por supuesto. Ahora es más
simple. El camino al éxito es el compadrazgo, al menos lo es en este sexenio.
El primer compadre en saltar a la fama fue Benito Neme, de Capufe, tras el
cuestionado proceso de licitación de las cuotas de peaje; luego Juan Armando
Hinojosa, el de la Casa Blanca.
Y ahora Roberto San Román Dunne. Es
el principal accionista de Constructora Urbanizadora Ixtapan (Cuisa), la
empresa que fundó su padre, ya fallecido, Roberto San Román Widerkehr. En una
fotografía de la revista Quién aparece el heredero junto con
Peña Nieto, su fallecida esposa Mónica Pretelini y su hija Paulina en su
primera comunión.
La empresa ganó más de cien millones de dólares en contratos
de obras públicas en el estado de México después de que el presidente Enrique
Peña Nieto le comprara una casa en Ixtapan de la Sal, por 372 mil dólares. La
adquisición se hizo unas semanas después de que asumiera el cargo de
gobernador, en 2005.
De acuerdo con The Wall Street Journal, Cuisa
también ha ganado por lo menos 11 contratos federales desde que llegara a la
Presidencia de la República, por un valor de 40 millones de dólares.
Si bien la
casa figura en las declaraciones patrimoniales de Peña Nieto como gobernador y
como Presidente, es otro caso en el que una empresa constructora –de un
compadre– le vende una casa al Presidente y resulta ganadora de contratos
millonarios de obra pública.
En la página web de Cuisa se ve la lista de obras de
la empresa. No existe en Estados Unidos la figura del compadre, tal vez lo más
cercano sea la de bestfriend. Pero los negocios que se llevan
a cabo entre bestfriends suelen terminar con la renuncia del
funcionario, o en algo peor.
Aquí, por supuesto, no sucederá nada, es parte de
la normalidad pero, como sugiere el Journal, favorecen muy
poco la imagen internacional del gobierno estos raros negocios –por decirlo con
champú de compadre.
Fuente: La Jornada - Enrique Galván Ochoa.
Nota personal: Bueno, esta es una práctica normal del PRI gobierno, recordemos los años de JOLOPO, de la Madrid y el mismísimo "Innombrable", cuando el dedazo o el compadrázgo fueron el legado palpable que hoy sale a la luz gracias a la web, que aún es "libre", y a los periodistas e investigadores comprometidos con la verdad que en México exponen su vida día a día.