miércoles, 4 de febrero de 2015

El caso Ayotzinapa tiene origen en la impunidad de la guerra sucia.


Las investigaciones sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa no pueden considerarse cerradas hasta que se agoten todas las líneas de investigación, afirmó el Comité de Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas (CED, por sus siglas en inglés), y consideró que este caso no es aislado, sino parte de un fenómeno vigente en el país cuyo origen se encuentra en la impunidad de los crímenes cometidos durante la llamada guerra sucia.
Afirmaron lo anterior organizaciones de la sociedad civil, que pidieron que dicha entidad cree la figura de un relator especial para México, con la finalidad de que monitoree de forma permanente la situación de los derechos humanos en el país.
Stephanie Erin Brewer, responsable del área internacional del Centro de Derechos Miguel Agustín Pro Juárez, indicó en conferencia de prensa que durante su octavo periodo de sesiones el CED hizo de Ayotzinapa un tema central y pidió a las autoridades mexicanas que abrantodas las líneas de investigación necesarias para llegar a la verdad.
Ese llamado se contrapone a lo dicho hace unos días por la Procuraduría General de la República de que la verdad histórica es que los jóvenes fueron asesinados y sus cuerpos incinerados en el basurero de Cocula.