Las investigaciones
sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa no pueden
considerarse cerradas hasta que se agoten todas las líneas de investigación,
afirmó el Comité de Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas (CED,
por sus siglas en inglés), y consideró que este caso no es aislado, sino parte
de un fenómeno vigente en el país cuyo origen se encuentra en la
impunidad de los crímenes cometidos durante la llamada guerra sucia.
Afirmaron lo anterior
organizaciones de la sociedad civil, que pidieron que dicha entidad cree la
figura de un relator especial para México, con la finalidad de que monitoree de
forma permanente la situación de los derechos humanos en el país.
Stephanie Erin Brewer,
responsable del área internacional del Centro de Derechos Miguel Agustín Pro
Juárez, indicó en conferencia de prensa que durante su octavo periodo de
sesiones el CED hizo de Ayotzinapa un tema central y pidió a las
autoridades mexicanas que abrantodas las líneas de investigación necesarias
para llegar a la verdad.
Ese llamado se
contrapone a lo dicho hace unos días por la Procuraduría General de la
República de que la verdad histórica es que los jóvenes fueron
asesinados y sus cuerpos incinerados en el basurero de Cocula.