Mediante una carta enviada al titular del Ejecutivo 
federal, el director de la organización, José Miguel Vivanco, señaló que
 al asumir la Presidencia, Peña Nieto encontró a un país “sumido en una 
crisis de derechos humanos”, con una impunidad casi absoluta ante los 
“abusos generalizados”, incluidas torturas, ejecuciones extrajudiciales y
 desapariciones forzadas.
El especialista encomió que el gobierno actual ha 
adoptado algunas medidas positivas en este ámbito, como promulgar la Ley
 General de Víctimas y reconocer la magnitud del problema de las 
desapariciones.
Sin embargo, lamentó, “a casi un año de gobierno, el 
cambio en su estrategia de derechos humanos continúa siendo, en gran 
medida, exclusivamente retórico. Su gobierno no ha mostrado avances 
significativos en la investigación de abusos del pasado, y se continúan 
produciendo nuevas violaciones graves de derechos humanos con 
impunidad”.
Para sustentar su afirmación, Vivanco puntualizó que 
las fuerzas oficiales de seguridad siguen cometiendo desapariciones 
forzadas, ejecuciones extrajudiciales y torturas.

 

