lunes, 22 de septiembre de 2014

!DECIMOS NO¡ a la supercarretera Palenque-San Cristóbal de las Casas.


Ejido San Jerónimo Bachajón, perteneciente al Municipio de Chilón, Chiapas a 17 de septiembre de 2014
Hermanos y hermanas, hijos e hijas de la Madre Tierra de todas las latitudes, reciban una fraternal tormenta de abrazos con sabor a esperanza y resistencia.

Como tod@s saben, el “estado mexicano” y sus aliados neoliberales han utilizando sus artimañas para realizar reformas políticas a la constitución mexicana que les podrían permitir el despojo y la muerte paulatina de nuestra Madre Tierra y de tod@s nosotr@s en la Republica Mexicana.

En el estado de Chiapas pretenden invadir nuestros territorios con la construcción de una autopista o súper-carretera de Palenque a San Cristóbal de las Casas, sin tomarnos en cuenta. Vemos que es un proyecto para abrirle el paso a las grandes empresas nacionales e internacionales que vienen como una gran bestia a devorar a Nuestra Madre Tierra y todos los recursos naturales que ella nos regala.

Hacemos de su conocimiento que autoridades municipales, estatales y federales siguen engañando y manipulando con sus programas gubernamentales e información falsificada para que nuestr@s herman@s caigan en sus trampas y firmen los documentos que justifiquen la construcción de su autopista.

La gran bestia neoliberal, mejor conocida como empresas transnacionales y nacionales quiere venir a destruir: nuestras tierras laborales de cultivo, nuestros lugares sagrados, nuestros bosques, nuestras lagunas, nuestros ríos, nuestro maíz, nuestras formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.

También les informamos que nuestras autoridades ejidales y algunos compañer@s siguen siendo amenzad@s y agredid@s de maneras distintas. Un caso concreto ha sido el despido injustificado de su empleo – de una oficina de gobierno – del hijo de nuestro comisariado.

Le recordamos al “gobierno” en todos sus niveles y a sus aliados que nuestra Madre Tierra no tiene precio. Nuestro ejido necesita la tierra, y sabemos que tenemos derecho a ella. Sabemos que tenemos derecho a la autonomía y a la libre determinación, tomando en cuenta nuestra cosmovisión y nuestros propios intereses. Sabemos que estos derechos tomaron fuerza en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que fue ratificado por el gobierno de nuestro país, con lo cual se comprometió a proteger y promover nuestros derechos.

Nuevamente vemos que el gobierno no tiene palabra; lo único que sale de su corazón es mentira, ambición, corrupción y muerte.

Por eso declaramos: