Al final de
cuentas se volvió humo la ilusión de los mexicanos de contar con un sistema
anticorrupción efectivo que hiciera historia.
Lo que saldrá esta semana del
Congreso, incluyendo las correcciones del veto presidencial a algunos
artículos, queda muy corto.
1) Las leyes anticorrupción no tocan al Presidente.
2) el fiscal no será designado por la ciudadanía, y
3) La ley 3 de 3 al final
quedará como una ley 3 sin 3, porque no impone a los funcionarios la obligación
de hacer público con detalle su patrimonio y relaciones de negocios.
La
protesta de los empresarios en el Ángel de la Independencia la solventaron
excluyéndolos del cumplimiento de las obligaciones de la 3 de 3.
En el
fondo fue un chantaje incluirlos. Colorín colorado…
Fuente y nota completa: La Jornada.
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