
La corrupción fue una denuncia que dentro del Partido Acción
Nacional (PAN) se destinó este año lo mismo a calderonistas que maderistas. Uno
de los hombres más cercanos al actual dirigente del PAN, Gustavo Madero Muñoz,
fue acusado en noviembre de pedir comisiones, o mochadas, a cambio de aprobar
recursos para municipios.
Se trataba del Coordinador de los diputados federales
panistas, Luis Alberto Villarreal García. Tampoco se salvó el ex Secretario de
Hacienda durante el gobierno calderonista, Ernesto Cordero Arroyo, acusado de
formar parte de una red que gestionaba recursos presupuestales a cambio de comisiones,
cuando el ahora Senador formaba parte del gobierno federal.
Para el ex Senador panista Juan José Rodríguez Prats, 2013
fue un año positivo para el PAN ya que gracias a las bases partidistas hubo
resultados electorales positivos en la jornada del 7 de julio, donde el triunfo
más destacado del PAN fue por la gubernatura de Baja California, la cual tiene
desde 1989.
Pero lo más negativo fueron los escándalos de corrupción.
“Lo negativo son los escándalos de corrupción. El PAN sigue teniendo ese estigma,
pues ofreció que iba a gobernar de manera distinta e hizo propio el discurso en
contra de la corrupción, pero desafortunadamente ni en dos sexenios ni en la
actualidad lo cumplió.
Lo que pasó en la Cámara de Diputados es una muestra y las
conductas han sido solapadas por el Comité Ejecutivo Nacional”, lamenta.
ESCANDALOSOS
Pero los casos de Villarreal García y Cordero Arroyo no han
sido los únicos. Uno de los interesados en suceder a Gustavo Madero al frente
de la dirigencia del PAN es el ex Gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva
Ramírez, quien también enfrenta acusaciones por parte del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) guanajuatense por peculado –uso ilícito de
recursos públicos–, precisamente cuando fue mandatario estatal.
Otros gobernadores también enfrentan acusaciones e incluso
algunos ya tienen sanciones. En este último caso está el ex Gobernador panista
de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos Fraga, quien tiene una sanción
económica, que ya impugnó a través de la Contraloría estatal, por siete mil 791
millones de pesos, y una inhabilitación para ejercer cargos públicos por 20
años.
Otro ex mandatario panista en apuros es Emilio González
Márquez, quien gobernó Jalisco y recientemente ingresó al CEN. Actualmente hay
una denuncia presentada por el gobierno del priista Aristóteles Sandoval Díaz
ante la Fiscalía general estatal por un presunto desvío de 700 millones de
pesos.
También han sido puestos bajo sospecha allegados al ex
presidente Felipe Calderón Hinojosa. El más reciente caso es el de la ex vocera
calderonista, Alejandra Sota Mirafuentes, quien este mes apareció en la lista
de los 10 políticos más corruptos de México, elaborada por la revista Forbes.
“La corrupción no es un asunto de percepciones, es un asunto
de hechos”, respondió Sota Mirafuentes al señalamiento, por medio de una carta.
Desde hace meses, la ex vocera presidencial ya había sido
señalada por presuntamente privilegiar a amigos suyos con jugosos contratos
públicos.
Otro caso es el del ex Presidente del PAN, César Nava
Vázquez, también parte del círculo calderonista, y a quien Petróleos Mexicanos
(Pemex) demandó ante una corte de Nueva York, en Estados Unidos. Los cargos
fueron por participar en una conspiración criminal con las empresas Siemens y
SK Engineering para defraudar a la paraestatal.
El actual Senador Roberto Gil Zuarth, ex secretario
particular Calderón Hinojosa y quien hace tres años aspiró a dirigir al PAN,
fue ligado este año con la autorización irregular de permisos para casas de
juegos, en pleno cierre de cortina del sexenio calderonista. Incluso el PAN
formó una comisión investigadora sobre el caso, cuyos resultados nunca se
supieron.
A esos casos se suma el de quien fuera jefa de la Oficina de
Los Pinos en un tramo del gobierno calderonista, Patricia Flores Elizondo. La
ex funcionaria ha estado envuelta en las sospechas de corrupción con los gastos
multimillonarios de la Estela de Luz, que excedieron varias veces el
presupuesto original.
El apellido Calderón también se ha visto salpicado por la
sospecha. Luego de que la Senadora Luisa María Calderón Hinojosa fue acusada
por Servando Gómez “La Tuta”, líder del grupo delincuencial de Los Caballeros
Templarios de intentar acercarse a ellos para obtener su apoyo en las
elecciones para la gubernatura michoacana celebradas en 2011, en la que ella
fue la candidata panista, en pleno mandato presidencial de su hermano.
Otro caso a nivel regional es el protagonizado por el ex
Senador Ulises Ramírez Núñez, quien es un conocido operador electoral cercano a
Gustavo Madero. A inicios de año se filtraron llamadas telefónicas que
mostraban que durante el proceso electoral del 2012, Ramírez ofrecía
candidaturas panistas a cambio de un millón de pesos.
PIDEN INVESTIGAR
Los casos de corrupción panista se volvieron tan
problemáticos para la imagen del partido, que uno de los cambios introducidos
en los nuevos Estatutos del PAN es que cuando haya acusaciones de corrupción
sustentadas contra miembros de Acción Nacional, se les pueda expulsar de manera
expedita a los señalados.
“Es muy lamentable el caso de Alejandra Sota, y se deben
hacer investigaciones y si es culpable que se inicien procedimiento para
sancionarla”, pide Raúl Paredes, de #PoderalMilitante.
“Alcanzó a percibir que los casos de corrupción sí tienen un
efecto negativo para el partido. Este tipo de notas, de situaciones, nos
demerita y debiera interesarle principalmente a la dirigencia nacional la
imagen que se tiene ante ciudadanía”, concluye el ex líder estatal del PAN en
el Estado de México, Noé Hernández Tinajero.
Fuente: Sin Embargo.
Fuente: Sin Embargo.
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