1.
Mi amiga Patricia Barba, quien desde hace varios años
dirige en el norte de México un programa de radio y es
una destacada activista en el campo de la información,
me ha enviado sus comentarios acerca del muy interesante
artículo publicado por Luis Hernández en la Jornada con
el título Zapatismo, 20 años después. Dado que jamás
discuto con las izquierdas sobre todo con las honestas,
comprometidas con las luchas sociales- y sólo me he
dedicado al combate contra las ideas de la derecha, del
centro y del oportunismo de izquierda, buscaré sólo
reafirmar los que Patricia presenta por coincidir mucho
con ella.
2.
¿Desapareció, se debilitó o se fortaleció el salinismo?
En la respuesta de Patricia encuentro mi enorme
coincidencia: El salinismo no desapareció sino que ha
continuado más fortalecido y la prueba es que Zedillo,
Fox, Calderón y el usurpador actual, han seguido a pie
juntillas el proyecto del Consenso de Washington. Tiene
la razón la compañera: el salinismo sigue tan vivo y
exitoso que la privatización del petróleo que acaba de
aprobarse es básico del proyecto privatizador que desde
el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-88), Salinas ya
venía trabajando. Él no es todo, pero continúa con una
gran fuerza entre los personajes millonarios.
3.
¿Con el EZLN se descarriló al salinismo? El surgimiento
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en
enero de 1994, con todo el heroísmo y los sacrificios
que representó -diría Patricia- no trastocó, descarriló o
dinamitó el proyecto transexenal. Provocó un fuerte
desprestigio al gobierno, lo puso nervioso; pero
el régimen neoliberal iniciado en 1982 continuó su paso
inexorable. Luego vendría el zedillismo y el foxismo
que arrinconaron al zapatismo a pesar de los enormes
esfuerzos del EZLN. La creación de los cinco o seis
caracoles fue una salida muy inteligente y limitada
ante la acometida represora del Fox-salinismo.
4. ¿Es
el IFE modelo de ética y decencia? Es una cantaleta de
priístas, panistas y demás políticos oportunistas; eso
ha sido muy claro, sobre todo al ver los enormes
derroches del dinero del presupuesto público. Señala Patricia de
manera acertada: Hablar de la ciudadanización del IFE
es pasar por alto que esta auténtica escuela
del delito fue parida en 1991 por la mente maquiavélica
de Salinas en respuesta
a los intereses del Cartel Financiero Internacional.
¿Puede decirse que el IFE es modelo de ética y decencia
cuando ha permitido fraudes tan enormes y
descarados como los realizados a
Cárdenas, pero más a López Obrador en 2006 y 2012?
5.
¿Fue Fox alguna alternativa? Vicente Fox no fue ninguna
alternativa a la inmensa corrupción del priísmo ni los
afanes entreguistas de soberanía exhibidos durante los
dos sexenios en que el Cartel Internacional, merced del
pacto convenido entre Salinas y la cúpula panista (Luis
H. Álvarez, Fernández de Ceballos, et al), que permitió
a Fox y Calderón ocupar temporalmente la silla
presidencial y hacerse de algunas gubernaturas que en
nada difieren de las prácticas delictivas de sus
compinches priístas. Durante los 12 años de gobiernos
panistas, la privatización o el neoliberalismo impuesto
por Salinas, no dejó de estar presente.
6.
¿Morena y el triunfalismo? Erróneamente la izquierda ha
tendido a ser muy triunfalista; por miedo a no desanimar
a los participantes de un movimiento siempre se dice que
caminamos bien, que avanzamos que ganamos y que
la burguesía cada días es más débil; el optimismo y el
triunfalismo aparecen por todos lados. Ven más avances
de los que realmente existen; dice Patricia: se asemeja
al triunfalismo mostrado por Morena al celebrar como
éxito ciudadano su paulatina marcha hacia la
partidocracia controlada por el frankestein ifeano
parido en 1991. Pienso, igual que Patricia, que Morena debe saber
lo que hace sino quiere ser otro partido burgués más.
7.
Tenemos que estudiar más los objetivos y estrategias de
nuestros enemigos, así como las fuerzas ideológicas,
militares y económicas con las que cuentan. Basta ya de
triunfalismos, de pensar que las izquierdas avanzamos
cuando la burguesía y el imperialismo nos golpea por
todo lados. Si festejáramos menos y tuviéramos más rigor
en el análisis de nuestros avances y retrocesos; si
analizáramos mejor las fuerzas de nuestros enemigos y
sus aliados, así como contabilizamos nuestras fuerzas y
nuestros apoyos en la lucha, nuestras estrategias de
batalla y enfrentamiento serían adecuadamente planeados.
En nuestros argumentos casi siempre tenemos la razón,
pero esto no basta si no se cuenta con la fuerza.
Fuente: Pedro Echeverría V.
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