lunes, 3 de agosto de 2015

Incremento en precios de canasta básica.

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El incremento de los precios de los alimentos de la canasta básica hasta de 30 por ciento en las semanas recientes ha provocado que las amas de casa gasten más, coman menos y se conviertan en cazadoras de ofertas para hacer rendir el gasto.

A los locatarios de mercados públicos y tianguis también les ha afectado esta carrera alcista en los precios de carnes de res, cerdo, pollo y pescado, y frutas y legumbres, porque aun cuando compramos menos, vendemos mucho menos. No sale, pues.

La sustitución de carnes por verduras, arroz o frijoles ha sido una de las alternativas de las familias capitalinas; mientras otras han optado por estar a las vivas de las ofertas en autoservicios o acudir a los tianguis, donde está más barato.

En un recorrido por el tianguis de Los Picos, en la colonia Juventino Rosas, ‘Iztacalco, don Elías Medel comentó que la carne aumentó en promedio 30 por ciento y es difícil que alguien compre un kilo de bistec en 120 pesos, cuando en enero estaba en 90.

Hoy, dijo, las señoras vienen por medio kilo y una vez cada 10 días, porque no les alcanza o compran ternera en 80, hígado en 36 o hasta moronga en 30 pesos, con lo que la ganancia es mínima, ya hasta despedimos a dos trabajadores, porque estamos en subsistencia.

Rosa Orozco, Celia Vargas y Teresa González coincidieron en señalar que la situación está muy dura. Ya no alcanza el gasto, ni estirándolo, porque cada semana que te suben el jitomate, el chile, la cebolla, las papas, los nopales o el aguacate, no la ves llegar.

Doña Guillermina Valdenegro hace comida para 20 personas –hijos, esposas y nietos– y los mil 500 pesos que me dan para la semana no me alcanzan; sólo en verduras ya pagué 323 pesos y falta acompletar con pollito y una frutita para los niños.

Los problemas aumentan si eres pensionada, pues los 3 mil pesos mensuales no te sirven para nada, ya hasta la leche Liconsa subió otra vez cuatro pesos y ahora pagas 22 pesos por cuatro litros, afirmó Leticia González, clienta del mercado Rastro Viejo.


Otros consultados comentaron que la fruta se ha convertido en artículo de lujo, porque el kilo de manzana está en 36, mango 25, la guayaba chiquita en 15, las uvas en 50, piña en 15, papaya en 18 y la naranja en 12.

Sin embargo, Alfredo Neme, integrante de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca), advirtió que lo peor está por venir, pues la devaluación del peso frente al dólar pegará en los nuevos ciclos agrícolas.

La compra de fertilizantes e insumos derivará en un aumento en los costos de producción, así como en los recursos destinados a la importación de granos y oleaginosas para atender la demanda del mercado interno.

De comprar en el exterior 16 por ciento de los productos que requiere el mercado nacional en 2008, se aumentó a la fecha a 50 por ciento, por lo que ya no podemos hablar de una soberanía alimentaria, y quienes lo pagan son los consumidores, afirmó.


Mencionó que la población está gastando casi la mitad de su ingreso en alimentos, lo cual es una tragedia, porque cada vez compra menos y se alimenta mal, y no existe ninguna garantía de que las cosas mejorarán, al contrario, consideramos que empeorarán.

Fuente: La Jornada.

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