jueves, 3 de abril de 2014

Autodefensas del DF, llamado de atención a las autoridades


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Las organizaciones de vecinos que han emergido en diferentes colonias del Distrito Federal para combatir la inseguridad en sus comunidades, y que han sido definidas como autodefensas, es la mejor oportunidad para las autoridades de atender las necesidades de la gente antes de descalificarlas o hacer como que no existen, consideró Edgardo Buscaglia, especialista en temas de seguridad nacional.

“Se llamen como se llamen, todo comité de vigilancia basado en el consenso de un vecindario, de una cantidad de vecinos, para atender las necesidades de seguridad no sólo físicas, sino de acceso al agua, a la alimentación y a la salud… de todo tipo de cooperación ciudadana, debe ser bienvenida por el gobierno”, apuntó el también investigador de la Universidad Columbia.

En entrevista manifestó que en la ciudad existe una errónea interpretación de la autodefensa, porque se cree que son grupos paramilitares, pero no hay otra manera de que una sociedad democrática se organice. La mejor organización es la organización social.

Dijo celebrar que los vecinos de colonias y delegaciones de la ciudad se empiecen a organizar sin violencia, simplemente para atender sus necesidades más básicas de seguridad, no nada más en la física, sino en el acceso a alimentos y al agua, donde políticos están involucrados en venderla a los ciudadanos, cuando el derecho al agua es un derecho humano.

Los mecanismos de autovigilancia, de coordinación para acceder a recursos naturales, para el especialista son excelentes. Recordó que cuando el pueblo de Cherán (en el estado de Michoacán) se organizó para poner un freno a las acciones de la delincuencia organizada y funcionarios estatales, para proteger sus recursos naturales, sus fuentes de trabajo, se convirtieron en ejemplo internacional de protección de derechos humanos, ante un Estado fallido como el mexicano.


Para Buscaglia, el Estado y los jefes de gobierno se deben dar cuenta de que los principales aliados que tienen para lograr un mejoramiento de la seguridad son estas organizaciones sociales; “no son sus empresarios en los hoteles de cinco estrellas, no son sus sindicatos ligados a sus prebendas electorales, son los ciudadanos.


Esas organizaciones sociales explican por qué la legitimidad de un político sueco es mucho mayor que la de un político mexicano. Esos políticos suecos se alimentan y surgen de esas organizaciones sociales, esa es la razón. No es cultural, racial o nacional, es simplemente la forma de hacer política. Cambiar su chip tiene que dejar de focalizarse en el negocio electoral y pasar a focalizarse en la democracia procesal, en la democracia de base, que es la verdadera democracia, concluyó el investigador.

Fuente: La Jornada.

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