1. Me refiero hoy a Peña Nieto, pero
todos los que han estado en la Presidencia de la Repúblicadesde siempre- nunca se han ocupado
de que haya un gobierno o un Estado honesto para cuidar los dineros del pueblo;
al contrario, ellos son los que han propiciado y ocultado la gigantesca
corrupción. Pero lo más grotesco o ridículo es que ese pueblo que sabe que lo
esquilman, lo saquean, le hacen más profunda su miseria y hambre, le importa un
bledo lo que suceda y parece que lo único que hace es encomendarse a dios. Diría: ¿Para
qué calentarme la cabeza si la solución está en el cielo?
2. Y así nos siguen jodiendo el gobierno, los empresarios y el clero. Con el argumento de que toda la información relacionada con la
investigación a Oceanografía es considerada reservada y confidencial y se
maneja con sigilo y secrecía (sic), el director de Petróleos Mexicanos Emilio Lozoya, se negó a explicar a la Cámara de Diputados por qué en los sexenios
de Vicente Fox y Felipe Calderón se benefició a la empresa de Amado Yáñez,
investigada por presunto fraude a Banamex y supuesto lavado de dinero; además
silenció qué funcionarios están implicados en el desfalco.
3. ¿Y los legisladores de partidos,
el poder judicial y demás comisionados del IFE, TRIFE, Controloría, etcétera?
Se la pasan a toda madre cobrando sus gigantescos salarios, compensaciones,
realizando viajes de placer y haciendo buenos negocios a la sombra del poder.
¿Quién va a rebelarse contra la corrupción institucionalizada si durante años,
muchos durante décadas, reciben del gobierno y particulares cuantiosas sumas de
dinero? La inmensa mayoría de la población parece que no se da cuenta y le vale
un cacahuate por su profunda ignorancia y contagioso temor.
4. En México, como en todo el sistema
capitalista, los gigantescos fraudes y desfalcos de gobierno y empresarios se
manejan con la más grande confidencialidad, el mayor sigilo y secrecía. Se le
exige a todos los medios de información que guarden silencio porque está en
juego todo el sistema social, económico y político. Imagínense que Fox, esposa
e hijos vayan a la cárcel por hacer negocios de unos cuantos miles de millones
de pesos; eso daría pie para que también Felipe Calderón, Carlos Salinas,
Ernesto Zedillo y cientos de amigos y cómplices también sean apresados y
encarcelados.
5. Imagínense que al rey de España,
el famoso Juan Carlos de Borbón que en los últimos años se ha exigido en las
calles su desconocimiento por consumir enormes riquezas que no produce- junto a
su hija y yerno, se les aplique la justicia que les corresponde por el gran
escándalo financiero que se les achaca desde hace algunos meses. ¡Imposible! El
sistema capitalista tendrá que apuntalar su sistema de vida, sus constituciones
y sus leyes, por encima de cualquier cosa. En caso extremo podrán deshacerse de
alguien, pero nunca de sus pilares en economía y política.
6. Así que en lugar de castigar los
enormes fraudes en Oceanografía, en PEMEX, en Mexicana, en la CFE, el gobierno y los medios prefieren engañar o jugar con los
imbéciles que aún les creen. En México, después del autoexilio de Porfirio Díaz,
del asesinato de los presidentes Madero, Carranza, Obregón, de la renuncia de
Ortiz Rubio del autoexilio del jefe máximo, Elías Calles, ningún otro
presidente ha sido obligado a renunciar, asesinado y puesto en la cárcel, a
pesar de que se demuestre que fue un delincuente. Hay reglas no escritas,
valores entendidos, para que vivan como reyes o aristócratas.
Fuente: Pedro Echeverría V.
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