A los 14 años dio su primera
entrevista, con dos soldados del Ejército a su lado. Entonces reveló que
él había degollado a por lo menos cuatro contras del cártel de los hermanos Beltrán Leyva en Morelos.
Tres años después, días antes de abandonar el Centro de Ejecución de
Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (Cempla), tras
completar su condena, Édgar Jiménez Lugo, en entrevista vía telefónica,
confiesa haber vivido un infierno dentro de la cárcel y promete a su
salida una vida diferente, aunque a sus 17 años no tiene claro cómo lo
hará.
Lo único que sabe es que no tiene miedo de enfrentar lo que viene.
–¿No te da miedo aquí afuera?, las cosas ya no son como antes.
–Me preocupa más que nada, pero miedo no.
Édgar Jiménez Lugo, conocido por su familia como El Ponchis,
fue detenido el 2 de diciembre de 2010 cuando intentaba escapar a
Estados Unidos; el Ejército ya lo buscaba. Un día después soldados lo
presentaron a las afueras de la delegación Morelos de la PGR.
“Me dijo que qué había pasado, que por qué me detuvieron acá. No se la creía pues”.
–¿Le dijiste que irías con ella?
–No pues, le dije que me iba a ir con ella para formar una nueva vida y ya no pude llegar.
–O sea, ¿tú ya querías cambiar de vida desde que te detuvieron?
—Sí pues, yo ya iba para una mejoría de vida, consciente de que ya iba a cambiar, que ya me iba a dejar de mis mamadas.
–¿Es cierto que te pegaron los militares? –se le pregunta, pero se niega a responder.
Previo a su liberación, Édgar sólo sabe que a más tardar el 3 de
diciembre saldrá en libertad después de tres años en el Cempla. Pero
desconoce si su salida puede ser antes. Sin embargo, en la espera en su
celda 6, confiesa sentirse bien y diferente a cuando entró. “Yo me
siento bien, diferente”.
Tan bien está que afirma que podría irse a Estados Unidos, aunque prefiere quedarse en México.
–¿Tú quieres irte o quedarte aquí en México?
–No pues aquí en México.
–¿Ya te están ayudando a encontrar trabajo?
–La verdad es que salgo, y he pensado irme pa’llá y cambiar mi vida, pues.
–¿Ya hablaste con tus familiares para saber qué van a hacer?
–Ya.
–¿Y qué te dicen?
–No pues yo saliendo quedamos en hablar con ellos para ver qué se iba a decidir pues.
Al menor, el Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes (Tuja),
lo sentenció a tres años de cárcel al haberlo encontrado culpable de los
delitos de homicidio, delincuencia organizada y postración de arma de
fuego de uso exclusivo del Ejército. Sólo faltan unos días para
compurgar la pena privativa y así piensa ahora.
“No pues yo la verdad he pensado y pues ya reflexiono las cosas pues, porque pues allá afuera no pensaba nada”.
–¿Te llegó la soledad, te castiga mucho la soledad?
–No pues gacho, aquí está cabrón, pinche infierno ¿no?
–¿Qué se piensa cuando estás encerrado entre cuatro paredes Edgar?
–No pues en trabajar y pues formar una familia y un bienestar y un futuro pues.
–¿Has hablado con tu mamá allá en Estados Unidos?
–No pues, por el momento ahorita no, pero cuando llegué sí.
–¿Cómo es que te imaginas de grande?
–Yo ya me estoy viendo como un hombre de bien pues pa’ la sociedad…
no pues ya dije, ahorita ya reflexioné algunas cosas y yo siento que hay
motivación para intentar otras cosas, ya no es lo mismo, positivo
ahora.
Édgar abandonó el Cempla la madrugada de este martes y fue llevado a
la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) para tramitar su
“retorno asistido” a Estados Unidos. Por la mañana fue llevado al
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), de donde fue
trasladado a San Antonio, Texas, informó el secretario de Gobierno,
Jorge Messeguer.
Al respecto, la magistrada Ana Virinia Pérez, explicó que será una
institución de asistencia social la que concluya con su tratamiento de
reinserción que no terminó en los tres años.
Por su parte, la juez de ejecución del caso, Rosalía Martínez de
León, en conferencia de prensa explicó que el tribunal tiene la facultad
legal para anticipar la salida del adolescente del Cempla.
La juzgadora explicó que Édgar fue llevado al INM para realizar el
“retorno asistido” a Estados Unidos, al haber hecho su solicitud al
consulado norteamericano.
Las funcionarias explicaron que el menor fue entregado al gobierno
norteamericano, quien se encargará de concluir el proceso de reinserción
en una institución de la que ni ellos saben su nombre.
Fuente: Proceso.
Se va a regresar con sus familiares; ¿que los familiares no fueron los que lo metieron en eso?
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