Luego de ser vilipendiado por el PRI, obligado a renunciar a la dirección de
Pemex y exhibido públicamente, Jesús Reyes Heroles vuelve a colarse en
la arena política como uno de los cabilderos estrella de la reforma
energética de Peña Nieto. Pero su historia no es muy limpia: no supo
separar su vertiente pública de la privada. Aprovechando sus puestos en
los anteriores sexenios, creó un consorcio que se enriqueció (y sigue
haciéndolo) gracias al presupuesto, sobre todo el de la paraestatal
petrolera.
Repudiado por la cúpula priista en 2006 tras negar su apoyo al candidato presidencial tricolor y anunciar su adhesión a la campaña de Felipe Calderón, Jesús Reyes Heroles González Garza regresa en 2013 como figura estelar del show de legitimación de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, quien le perdonó todo.
Atrás
quedaron los interrogatorios públicos a los cuales fue sometido por
diputados para exigirle explicaciones sobre la presunta asignación
irregular de contratos de Petróleos Mexicanos (organismo que dirigió
entre 2006 y 2009), las acusaciones de obstrucción de la justicia por
defender a Vicente Fox y a su esposa, las instrucciones de senadores
para dar marcaje personal a las contrataciones de su gestión, las
anomalías detectadas por la Auditoría Superior de la Federación en
licitaciones millonarias de la paraestatal confeccionadas sobre medida,
las demandas de senadores priistas de someterlo a juicio político por
hacer de la función pública un negocio privado, los contratos para sus
socios y clientes…
Apenas en la tercera semana del sexenio, el 21 de diciembre de 2012, el Grupo de Economistas y Asociados (GEA) –integrante
de Structura, consorcio de cabildeo, inversiones, fusión de negocios y
relaciones públicas fundado por Reyes Heroles en 2002– obtuvo su primer
contrato (el P-OS/058/2012CONVAMP) en la administración de Peña Nieto,
vía Banobras, para “definir las variables para calificar la cartera
crediticia de estados y municipios”.
A éste le siguió un segundo
contrato (P-OS/026/2013) en febrero de 2013 para la obtención de
información sobre dichas variables, todo por 320 mil pesos y
adjudicación directa, según el Portal de Obligaciones de Transparencia
del gobierno federal.
Para mayo la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes (SCT) asignó, mediante contratación por invitación a cuando
menos tres personas, el contrato IO-0090009-88-N4-2013 para la
elaboración de estudios complementarios del anteproyecto del Tren
Transpeninsular Mérida-Punta Venado a los siguientes asociados:
ADHO
Consultores (de Aarón Dichter, subsecretario de Transportes el sexenio
pasado), Grupo Consultor Independiente (de Federico Torres Arroyo, quien
fuera coordinador general de Programación Sectorial de la Secretaría de
Energía, Minas e Industria Paraestatal), Sintra, Emartrons, EMC
Consultoría en Proyectos Público-Privados (la cual asesoró a la
Dirección General de Transporte Ferroviario y Multimodal, de la SCT) y
GEA, que ya había trabajado a la cabeza de ADHO y EMC en otros estudios
de factibilidad ferroviaria.
La asignación inicial fue de 63 millones de pesos, que poco después se ajustaron a casi 93.
Fuente: Proceso.
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