Más de 500 ciudades de 52 países de todo el mundo se unieron a la
“Marcha Contra Monsanto” y de la Alimentación que se celebrará el 16 de
octubre, los manifestantes de varias ciudades de Estados Unidos,
Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, entre otros, salieron a las
calles para respaldar un boicot a los productos de la transnacional.
Miles
de usuarios de redes sociales se unieron también a la protesta con los
hashtags #MAM, #MarchO12 y #MarchAgainstMonsanto, quienes además
protestan contra la Ley ACTA (Acuerdo Comercial contra la Falsificación)
la cual plantea legislar el contenido web para combatir de manera más
eficiente la falsificación y piratería en materia de marcas,
invenciones, obras intelectuales y artísticas.
En
2005 se promulgó en México la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (LBOGM), la cual establece estrictas normas
para las empresas que se dedican a trasformar genéticamente los
organismos, estos requisitos sólo los puede cumplir la transnacional,
por lo que también se le conoce como Ley Monsanto.
Monsanto
es la empresa líder en la manipulación genética de semillas de
distintos tipos, de las cuales obtiene cada año alrededor de 13 mil 500
millones de dólares; sus ingresos anuales ascienden a más de 56 mil
millones de dólares. El uso de este tipo de semillas altera la
biodiversidad ya que es imposible la coexistencia de los organismos
alterados genéticamente y las semillas nativas.
El
grupo de activistas de Greenpeace ha realizado durante los últimos años
una fuerte campaña contra este tipo de productos que contaminan el
suelo donde se cultivan y provocan la mutación de los organismos de
campos aledaños que no tienen semilla genéticamente modificadas. También
mantiene la campaña “sabes lo que comes” en la que piden a los
consumidores que exijan a las empresas informar el contenido de sus
productos en una etiqueta.
Al
menos 67 países tienen regulaciones estrictas que exigen que las
etiquetas de los alimentos traigan la leyenda sobre la información que
explique a los consumidores el tipo de ingredientes que posee el
producto; de este modo el usuario decide si consume el alimento
transgénico o no.
De acuerdo
con el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad
(Langebio), México ocupa el sexto lugar en América Latina en cultivo de
transgénicos, por debajo de Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala y
Honduras.
En México varios
grupos de activistas han realizado trabajos para detener la operación de
Monsanto en el país, la colectividad de demandantes está integrada por
organizaciones civiles y de productores, indígenas, apicultores,
ambientalistas como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras
de Productos de Campo (ANEC), Fundación Semillas de Vida, Fomento
Cultural y Educativo, Fronteras Comunes, Alternativas y Procesos de
Participación Social de Tehuacán Puebla, Tosepan Titataniske y el Grupo
Vicente Guerrero.
El pasado
11 de octubre el Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia
Civil en el Distrito Federal emitió una medida precautoria en la que
ordena a la Secretaría de Agricultura Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (Sagarpa) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat) suspender cualquier permiso experimental y frenar
el procedimiento de liberación comercial para la siembra de este tipo de
alimento en el país.
La
resolución del juez se dio como respuesta a una demanda colectiva que
interpusieron activistas como el Padre Miguel Concha, Antonio Turrent,
Bernardo Bátiz, Víctor Manuel Toledo, Raúl Hernández Garciadiego, Víctor
Suárez, Adelita San Vicente, entre otros, y además deja sin efecto 43
permisos experimentales que se otorgaron desde 2011 en Sonora, Sinaloa,
Chihuahua y Tamaulipas.
Más de 500 ciudades de 52 países de todo el mundo se unieron a la
“Marcha Contra Monsanto” y de la Alimentación que se celebrará el 16 de
octubre, los manifestantes de varias ciudades de Estados Unidos,
Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, entre otros, salieron a las
calles para respaldar un boicot a los productos de la transnacional
Miles
de usuarios de redes sociales se unieron también a la protesta con los
hashtags #MAM, #MarchO12 y #MarchAgainstMonsanto, quienes además
protestan contra la Ley ACTA (Acuerdo Comercial contra la Falsificación)
la cual plantea legislar el contenido web para combatir de manera más
eficiente la falsificación y piratería en materia de marcas,
invenciones, obras intelectuales y artísticas.
En
2005 se promulgó en México la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (LBOGM), la cual establece estrictas normas
para las empresas que se dedican a trasformar genéticamente los
organismos, estos requisitos sólo los puede cumplir la transnacional,
por lo que también se le conoce como Ley Monsanto.
Monsanto
es la empresa líder en la manipulación genética de semillas de
distintos tipos, de las cuales obtiene cada año alrededor de 13 mil 500
millones de dólares; sus ingresos anuales ascienden a más de 56 mil
millones de dólares. El uso de este tipo de semillas altera la
biodiversidad ya que es imposible la coexistencia de los organismos
alterados genéticamente y las semillas nativas.
El
grupo de activistas de Greenpeace ha realizado durante los últimos años
una fuerte campaña contra este tipo de productos que contaminan el
suelo donde se cultivan y provocan la mutación de los organismos de
campos aledaños que no tienen semilla genéticamente modificadas. También
mantiene la campaña “sabes lo que comes” en la que piden a los
consumidores que exijan a las empresas informar el contenido de sus
productos en una etiqueta.
Al
menos 67 países tienen regulaciones estrictas que exigen que las
etiquetas de los alimentos traigan la leyenda sobre la información que
explique a los consumidores el tipo de ingredientes que posee el
producto; de este modo el usuario decide si consume el alimento
transgénico o no.
De acuerdo
con el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad
(Langebio), México ocupa el sexto lugar en América Latina en cultivo de
transgénicos, por debajo de Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala y
Honduras.
En México varios
grupos de activistas han realizado trabajos para detener la operación de
Monsanto en el país, la colectividad de demandantes está integrada por
organizaciones civiles y de productores, indígenas, apicultores,
ambientalistas como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras
de Productos de Campo (ANEC), Fundación Semillas de Vida, Fomento
Cultural y Educativo, Fronteras Comunes, Alternativas y Procesos de
Participación Social de Tehuacán Puebla, Tosepan Titataniske y el Grupo
Vicente Guerrero.
El pasado
11 de octubre el Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia
Civil en el Distrito Federal emitió una medida precautoria en la que
ordena a la Secretaría de Agricultura Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (Sagarpa) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat) suspender cualquier permiso experimental y frenar
el procedimiento de liberación comercial para la siembra de este tipo de
alimento en el país.
La
resolución del juez se dio como respuesta a una demanda colectiva que
interpusieron activistas como el Padre Miguel Concha, Antonio Turrent,
Bernardo Bátiz, Víctor Manuel Toledo, Raúl Hernández Garciadiego, Víctor
Suárez, Adelita San Vicente, entre otros, y además deja sin efecto 43
permisos experimentales que se otorgaron desde 2011 en Sonora, Sinaloa,
Chihuahua y Tamaulipas.
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