Critica el Ceesp que las
autoridades hacendarias sigan negando la gravedad de la situación.
Ya se convirtió en
recesión lo que parecía un retraso económico.
La reforma fiscal ha
inhibido los incentivos para invertir y limitó el consumo de los hogares,
advierte.
El destino del gasto público no
ha sido el más efectivo para promover el crecimiento.

Lo que parecía un retraso en la
recuperación económica finalmente se convirtió en una recesión, sostuvo el
Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
El organismo empresarial criticó
que las autoridades hacendarias sigan negando rotundamente que la
economía mexicana se encuentre en dicha situación, y consideró que sería
mucho más constructivo que en lugar de cuestionar lo que dicen los indicadores
económicos y esperar la cifra del PIB para corregir la estimación oficial, las
autoridades deberían aceptar la situación y fortalecer la expectativa de que el
entorno económico mejorará notoriamente en la segunda mitad del año.
Fundamentó su señalamiento en que
hasta ahora no se refleja un mayor crecimiento económico producto de una mejor
ejecución del gasto público y las exportaciones, si bien tuvieron un mejor
desempeño, están lejos del ritmo de avance de dos dígitos que mostraba apenas
hace dos años.
En su análisis semanal, la cúpula
empresarial explicó que la debilidad de la actividad económica de Estados
Unidos fue uno de los factores que tuvo mayor incidencia en el freno del
aparato productivo nacional durante 2013, y aunque la expectativa para este año
era positiva, nadie esperaba que fenómenos climatológicos (crudo invierno)
harían que toda la actividad se frenara en los primeros meses del año.
Además, dijo que aunque el gasto
público se ha ejercido en tiempo y forma,su destino no ha sido el más efectivo
para incidir en el crecimiento de la economía, como muestran los datos acerca
de la actividad industrial de marzo, publicados por el Inegi.
Agregó que las autoridades
afirmaron que la reforma fiscal aprobada para 2014 sería un detonador del
crecimiento, cuando en realidad fue un factor que hasta ahora ha inhibido
los incentivos para invertir y limitó el consumo de los hogares, convirtiéndose
en un lastre para la actividad económica.