
El Polyfórum Cultural Siqueiros
se convertirá en una torre de 57 niveles con departamentos, un hotel, tiendas,
estacionamiento, un centro comercial y otro de exhibiciones, cuyos trabajos
empezarán en julio, denunciaron vecinos e integrantes de asociaciones civiles,
culturales e intelectuales.
Xiuh Tenorio, director de
Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación y vecino de la zona,
denunció que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda en la pasada
administración revisó y autorizó el estudio de impacto ambiental de la obra.
Con él se pretende obtener las
autorizaciones para modificar y ampliar el proyecto denominado Polyfórum,
localizado en el actual Centro Cultural Polyfórum Siqueiros, para intervenir
una superficie de 8 mil 272 metros cuadrados, indicó.
En la explanada de la delegación
Benito Juárez, explicó que se pretende construir un edificio de 48 niveles, con
una altura de 199 metros, más nueve de estacionamiento subterráneo, lo cual, en
términos de rentabilidad e ingresos, es una cantidad de dinero infinita, pero
lo triste es que sea a costa del patrimonio cultural de nuestro país.
De acuerdo con el expediente de
la obra a realizar, se van a desmontar los murales de Siqueiros, los van a
restaurar y después los van a volver a colocar, cuando se trata de un inmueble
que, al igual que otros 110, está catalogado como recinto cultural por el
Programa Delegacional de Desarrollo Urbano.
Mientras, la obra de Siqueiros
está protegida por un decreto presidencial emitido por José López Portillo, por
lo que la batalla legal del Polyfórum no sólo tiene que ver con el ámbito
cultural, sino contra la corrupción e impunidad, pues estamos hablando de
muchos millones de pesos con la construcción que se quiere hacer en este
espacio.
La asociación civil Vive BJ, en
colaboración con Change.org, recolectó 35 mil 305 firmas que se entregarán al
jefe delegacional, Jorge Romero, para solicitarle que detenga esa modificación
y ampliación e inicie el proceso para que sea declarado patrimonio del mundo
ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (Unesco).
La demarcación es la que tiene en
su ámbito la autorización, de acuerdo con las leyes de la ciudad, y no puede
ser omisa; debe preservar el Polyfórum y evitar que los murales de Siqueiros
sean dañados, así como detener la ola de demoliciones ilegales en la
demarcación, las cuales suman al menos 200 en los años recientes, afirmó
Tenorio.
Comentó que lo preocupante del
caso es que se tienen algunas autorizaciones condicionadas por las
autoridades culturales que datan de 2011 y por eso queremos pedir a la titular
del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina Cepeda, que las revise
antes de que comiencen las obras previstas para julio próximo.
Por su parte, la escritora Guadalupe
Loaeza llamó a la comunidad artística de todo el país a cerrar filas en torno a
la defensa de la obra del muralista mexicano, y confió en que el jefe de
Gobierno, Miguel Ángel Mancera, intervendrá en el caso para revisar el
expediente y evitar que se acabe con este relevante centro cultural.
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