México es
el único país de América del Norte que registró una caída en su producción
petrolera durante 2014, de acuerdo con la Revisión estadística de la energía
mundial, realizada por British Petroleum.
Mientras
Estados Unidos la aumentó en 15.9 por ciento y Canadá en 7.9 por ciento
respecto de 2013, México tuvo una caída de -3.3 por ciento, produciendo a
finales del año pasado 2 millones 784 mil barriles diarios. Es una caída
espectacular: un millón 46 mil barriles diarios menos que en 2004. Hace 10 años
éramos el quinto productor mundial, sólo por debajo de Arabia Saudita, Rusia,
Estados Unidos e Irán.
En aquel
entonces producíamos más que Venezuela, Noruega, Irak, Emiratos Árabes Unidos y
China. Hoy hemos caído al décimo lugar. Comparado con otros países de América
Latina, el único que nos supera en caída es Trinidad y Tobago, con -3.4 por
ciento.
El año
pasado el consumo global de petróleo aumentó en sólo 0.8 por ciento, mientras
que el ritmo de la producción mundial creció a más del doble: 2.3 por ciento.
Este desbalance ocasionó la grave caída de los precios del crudo de la que no
ha salido ileso nuestro país.
En 2014
sucedió otro hito de la historia: Estados Unidos aumentó su producción en
11.644 millones de barriles diarios, desbancando a Arabia Saudita del primer
lugar mundial. Otros países que alcanzaron niveles récord en producción fueron
Canadá y Brasil.
La de Pemex
es una historia triste. Los años de los precios altos –con Vicente Calderón– en
el gobierno quedaron atrás, sin un fondo de ahorro como el noruego, un país muy
endeudado y más población en la pobreza. Y como corolario, la entrega de la
industria nacional a empresarios privados. Un despojo a la República.
Fuente y nota completa: La Jornada - Enrique Galván Ochoa.
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