miércoles, 15 de abril de 2015

Psicopatología del político mexicano.


En su columna publica usted (Enrique Galván Ochoa) hace un comentario sobre por qué los políticos usan adornos estrafalarios y relacionan esa situación con una alteración sexual de quien lo hace, lo cual en cierta manera es verdadero. Durante más de 10 años me he dedicado a la atención de diversos trastornos síquicos, publiqué hace algunos años un libro resultado de mi investigación, titulada Psicoanálisis del poder en México, la cual hemos presentado en diversos congresos nacionales e internacionales de salud mental. En nuestra investigación analizamos lo que usted publicó ayer. De manera breve le comparto algunas de las cosas que se esconden detrás de muchos políticos mexicanos:

1) Hay en los políticos mexicanos una fuerte carencia de funciones parentales, es decir, carecen de padre y madre, no porque hayan sido huérfanos, sino porque los padres tienen una función para la estructura síquica y estos sujetos carecieron de esa función, de tal manera que no lograron estructurar aquello que desde el siquismo marca los límites, la moral y la ley.

2) Muchos de los políticos actuales tuvieron padres sádicos, autoritarios y prepotentes, de tal manera que estructuraron personalidades bastante morbosas y perversas.

3) Muchos políticos tuvieron madres que simbólicamente se los tragaron, provocando que en la edad adulta estos políticos permanezcan en un mundo imaginario y de fantasía.

4) Muchos políticos tuvieron padres como los de los puntos dos y tres; eso provoca que en su vida adulta estos sujetos tengan una estructura bastante sociopática, manías, sean ególatras, agresivos, asesinos, megalomaniacos y mitómanos.

5) Evidentemente queda claro que políticos prepotentes y cínicos muestran su potencia con casas, relojes, coches, lujos, porque donde debieran ser potentes son bastante impotentes.



A muy grandes rasgos espero que la información derivada de nuestra investigación permita percatarse de la importancia que tiene dar cuenta de quiénes son en verdad los políticos de este país. Lo que debiera preocuparnos es que políticos como los que describo en el punto cuatro están destinados a agredir, asesinar, ordenar callar o mandar desaparecer a todos aquellos que atenten contra sus muy diversos delirios de grandeza, situación que a mi parecer ya estamos viviendo. Reciba un abrazo y gracias por su fina atención a la presente.


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