La justicia federal
atrajo el caso de los jóvenes Jacqueline Santana y Bryan Reyes –ella estudiante
de excelencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y él
músico–, quienes están presos desde el pasado 15 de noviembre por presuntamente
haber intentado asaltar a una policía federal, sometiéndola con un cuchillo de
cocina.
Sergio Soto, uno de
los abogados de la pareja, informó que el juez 13 de procesos penales federales
en el Distrito Federal se declaró competente para atraer el caso, al considerar
que los hechos están tipificados en la legislación penal federal como robo
agravado con violencia moral y contra el ejercicio legítimo de la autoridad.
El juzgador federal
convalidó los argumentos del juez capitalino que conoció primero el caso y
dictó el auto de formal prisión, así como la actuación irregular del
Ministerio Público del fuero común. Por ello, la defensa legal de los jóvenes
interpuso un amparo indirecto, ya que no existen elementos suficientes de
prueba para mantenerlos detenidos.
Para Soto la reforma
constitucional en materia de derechos humanos de 2011 favorecía a Reyes y
Santana, pues tanto su detención como el proceso en su contra
fueronirregulares; incluso fueron aprehendidos de forma violenta.
De ahí que la decisión
del juez federal de mantener en prisión a los jóvenes es inconstitucional
por violación al debido proceso, a la garantía de presunción de inocencia,
derecho a la defensa y al derecho humano a la juridicidad.
Resaltó que las
declaraciones de los policías federales que los acusan, entre ellos la presunta
agraviada, Lidia Zárate Herrera –adscrita al área de inteligencia, operaciones
encubiertas e infiltraciones de la Policía Federal–,son idénticas. Eso en
materia penal es ilegal; a esa figura se le llama testigos sospechosos y no
merecen credibilidad.
Soto recordó que Santana
y Reyes –presos en los reclusorios de Santa Martha Acatitla y preventivo
varonil norte, respectivamente– han sido activos participantes en
movilizaciones sociales por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El 15 de noviembre,
mientras caminaban por la colonia Jardín Balbuena, los jóvenes fueron
interceptados por sujetos vestidos de civil, quienes a punta de golpes y
jalones los subieron a él a un auto compacto particular y a ella a un taxi.
Cuando eran sometidos, gritaron que estaban siendo secuestrados, lo que
propició que un policía capitalino interceptara los vehículos, pero los
elementos federales se identificaron, se les permitió el paso y finalmente los
presentaron ante el MP.
Ante las violaciones
durante la detención y el proceso penal, la defensa de los jóvenes presentó
ayer un ampliación de amparo para documentar lo ocurrido en este proceso y que
los estudiantes puedan obtener su libertad bajo fianza. Esta fue una
resolución dogmática y gratuita que carece de todo sustento legal, advirtió,
Jorge Miranda, otro de los abogados.
Bryan, uno de los
detenidos el 1º de diciembre de 2012 durante las protestas por la toma de
posesión del presidente Enrique Peña Nieto y liberado casi un mes después, y su
novia Jacqueline declararon por separado que al ser detenidos con fines de
secuestro forzado no sólo se los llevaron en un auto partícular a él y en
un taxi a ella, sino que en el camino fueron golpeados, intimidados y
cuestionados sobre su activismo, apuntó Miranda.
Fuente: La Jornada.
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