1. Se acaba de publicar, por órdenes de los gobiernos
federal y del estado, con bombo y platillo, la construcción de un ferrocarril
de carga y pasajeros que recorrerá de Mérida Yucatán a la Riviera Maya
(Cancún-Tulum), Quintana Roo. Su objetivo es ganar mucho dinero en enormes
cantidades- porque no solo hay que ver el presente sino también el futuro. La
ruta del tren transpeninsular se determinó tomando en cuenta la distancia, el
número de pasajeros que se movilizan, la llegada de embarcaciones de gran
calado y el crecimiento que tendrá esta zona costera de Quintana Roo en mediano
plazo. Puede sustituir el transporte de petróleo vía pipas que además de
oneroso es de alto riesgo pues contempla almacenamiento y reparto de PEMEX en
Punta Venado al aeropuerto de Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
2. No se si porque expreso mis deseos e ilusiones, pero no
olvido a los revolucionarios armados de 1910-17 que usaron los ferrocarriles en
México para destruir la dictadura de Porfirio Díaz. Me imagino a los jóvenes descendientes
de los miles de mayas que se levantaron en 1848 con la guerra de castas y que
luego fueron masacrados como animales en las selvas de Quintana Roo en 1902 por
los soldados de Porfirio Díaz.- estar guiando ahora ellos los trenes por los
terrenos de los líderes indígenas Cecilio Chí, Jacinto Pat y José Antonio Hay
asesinados por la canalla, pasando por Valladolid, Chichén y rodeando a la
ciudad de Mérida. ¿Tendrán todavía la fuerza los indígenas para resucitar en
Chan Santa Cruz (hoy Carrillo Puerto) para salir con su alma a luchar?
3. Por ello, además de ser un gigantesco negocio para los
turisteros hoteleros de la Riviera Maya, de los petroleros privados y de los
decenas de miles de contrabandistas y narcotraficantes que buscan paraísos para
vivir, quizá se convierta esa Riviera que ya es un paraíso mundial- en el
escondite más grande y seguro del universo. Además se dice- es una ruta
corta, donde el centro de la Riviera tiene mayor número de cuartos que
Cancún y se dará servicios a Chichén, Valladolid, Cobá, Punta Venado, Riviera
Maya. En una segunda etapa al aeropuerto de Cancún, Playa del Carmen y hasta
Tulum. Este no es un proyectito del gobierno y del imperio yanqui que está tras
él, sino un proyectote de negocios y estrategias militares.
4. Me imagino que ese tren va a ser vigilado por miles de
elementos de las fuerzas armadas. Imagínenlo a diario transportando de día a
miles de turistas yanquis, europeos y asiáticos y por la noche enormes
cargamentos de petróleo y otros productos que deben distribuirse. ¿Puede
olvidarse que sabiendo que en Campeche ha sido la más grande zona petrolera,
Yucatán y Quintana Roo quizá puedan aportar mucho más petróleo? Por ello se han
intensificado desde hace años investigaciones para sacar petróleo en la zona y
el trazo de transportes en la península. No puede olvidarse que Yucatán durante
el porfiriato llegó a ser el estado más comunicado por el ferrocarril y las
vías de Cauldville que llegaban a todas las haciendas henequeneras.
5. He tenido la oportunidad de conocer esa realidad por dos
libros de investigación (entre otros ocho) que he publicado sobre el asunto: Las
haciendas henequeneras en Yucatán (2008) y la Historia de los ferrocarriles y
sus obreros en Yucatán (Nos llevó el Tren,1999) Ambos fueron publicados en la
Universidad Autónoma de Yucatán y el de las haciendas también por el Instituto
de Cultura de Yucatán; pero las ediciones de libros en México apenas alcanza
los dos mil ejemplares y muchas veces se quedan en bodega. Por eso puedo
imaginarme que un día ese tren regrese de Quintana Roo a Yucatán borrando las
fronteras que el dictador Díaz impuso en 2002 para separar a Quintana Roo de
Yucatán.
6. El tren no significa un gran progreso para los
trabajadores de la península; es solamente la demostración del enorme poder que
tiene la clase dominante para seguir haciendo sus negocios. ¿Alguien pensó
tontamente en que el tren se pondría al servicio de los pueblos? Cuando en 1875
se clava el primer riel de ferrocarril en Yucatán sólo se estaba pensando en el
henequén que en esos años se comenzaba a vender masivamente a los EEUU. En 1881
se inauguró la primera vía al puerto de Progreso para desde ahí exportar a los
EEUU. Luego vendrían los ferrocarriles que partirían de Mérida a Tizimín y
Valladolid; a Izamal, Sotuta, Ticul-Peto, Hunucmá y Campeche. Para explotar al
trabajador y el henequén estuvieron los ferrocarriles.
Fuente: Pedro Echeverría V.
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