jueves, 2 de enero de 2014

Celebró el EZLN su vigésimo aniversario y el 2014 bailando.


El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) celebró el Año Nuevo de 2014 y el vigésimo aniversario de su levantamiento en concentraciones festivas en sus cinco caracoles. O sea, como a las comunidades les gusta: bailando. En Oventic, La Garrucha, La Realidad, Roberto Barrios y Morelia, miles de bases de apoyo de las respectivas regiones se concentraron en las sedes de sus gobiernos autónomos. La expectativa que generó el memorable aniversario, y la naturalidad con que los zapatistas mostraron una suerte de apacible contento permite inferir que sí tienen qué celebrar.
A las concentraciones en las cinco circunscripciones de municipios autónomos rebeldes zapatistas (Marez) acudieron también centenas de alumnos de la Escuelita Zapatista, tanto egresados del curso ofrecido por los Votanes o guías entre el 25 y el 29 de diciembre en las comunidades del territorio autónomo, como asistentes al curso que dará inicio el 3 de enero para concluir el 7, a los que se registraron cuatro mil 500 personas en total, procedentes de todo México y diversos países (Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Argentina, País Vasco, Canadá, Brasil y Holanda, entre otros). La noche del día primero, en las instalaciones del Cideci en esta ciudad se concentraban más de 2 mil nuevos alumnos, que serían trasladados por los propios zapatistas a las comunidades.
Asistentes a las cinco conmemoraciones públicas coincidieron en señalar la juventud de las bases de apoyo zapatistas en los distintos caracoles, y también la de la mayoría de los alumnos de la Escuelita Zapatista. De tal modo, 20 años después del famoso 94, mientras la opinión pública se distrae esperando una aparición del subcomandante Marcos o corroborando su sospechosa ausencia, indígenas y visitantes que nacieron poco antes o después del alzamiento son los que se encontraron este Año Nuevo en las montañas del sureste mexicano.
Sin ningún pronunciamiento de la organización rebelde como tal, trascendió que en las concentraciones de los pueblos tzeltales, tzotziles, tojolabales y choles, iniciadas desde el día 30, comandantes de cada región presidieron la conmemoración durante la medianoche del último día de año. El pasado 19 de diciembre, el subcomandante Moisés había anunciado que el aniversario estaría abierto al público, mas no a la prensa. No obstante, al menos al caracol de Oventic, en los Altos, ingresaron reporteros y fotógrafos sin identificarse como tales. Una agencia internacional reportó que fue de difícil acceso para los medios de comunicación.
El gobernador Manuel Velasco Suárez hizo declaraciones benevolentes sobre los rebeldes del EZLN y sus juntas de buen gobierno. Lejos de cualquier pretensión coyuntural, dijo reconocer la dinámica continua de trasformaciones generada a partir de 1994. Chiapas, añadió en un boletín de prensa, debe al zapatismo innumerables consecuencias de cambio. Aunque su antecesor Juan Sabines Guerrero también gustaba de hacer declaraciones similares sin ninguna consecuencia práctica sobre las bondades del zapatismo, la de ahora contradice al menos la corriente de opinión de aliento oficialista que viene considerando al levantamiento como inútil, y sostiene que las comunidades indígenas están peor que antes del levantamiento.
Entonces ha de ser que los zapatistas están locos. Celebran como les da la gana los 20 años de su gesta cuando (si uno cree las versiones en uso) deberían estarse lamentando. En cambio, se muestran numerosos, renovados y contentos, reciben a miles de visitantes en sus comunidades; les exponen sus vidas y sus obras cotidianas, como maestros y anfitriones. En un comunicado del pasado 28 de diciembre, el subcomandante Marcos señalaba: “Ustedes preguntan ‘¿Qué ha hecho el EZLN por las comunidades indígenas?’ Y nosotros estamos respondiendo con el testimonio directo de decenas de miles de nuestros compañeros y compañeras”.

Fuente: La Jornada.

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