En un oficio enviado este lunes a la diputada
Cárdenas Cantú, los legisladores perredistas Elena Tapia, Roberto López
Suárez y José Luis Muñoz Soria, así como el vicecoordinador de
Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, señalaron que además de
violar los derechos humanos de libre manifestación y expresión. Se
estarían invadiendo atribuciones exclusivas de la Asamblea Legislativa
del Distrito Federal.
Las comisiones del Distrito Federal y Derechos
Humanos están citadas este martes para discutir un proyecto de dictamen
elaborado por la primera, que preside Laura Barrera Fortoul (PRI) quien
fue secretaria de Turismo durante el gobierno en el estado de México de
Enrique Peña Nieto.
El proyecto, que ya fue circulado desde la semana
pasada, admite que se imponga un horario de 11 a 18 horas para cualquier
manifestación pública, que esta no bloque vialidades principales, que
los ciudadanos designen un representante y éste solicite permiso al
menos dos días antes al gobierno de la ciudad para llevarla a cabo. La
autoridad capitalina podrá negar el permiso si considera que existen
condicionales ambientales adversas, entre otros requisitos.
En el escrito de este lunes los legisladores señalan a
Cárdenas Cantú que el artículo 122 de la Constitución le otorga al
Congreso de la Unión atribuciones exclusivas pero limitadas respecto del
Distrito Federal, mientras que a la ALDF le corresponden decisiones
sobre materias que le han sido conferidas.
Por ejemplo, agregaron, la asamblea aprobó, y el jefe
de gobierno capitalino ha expedido, las leyes de cultura cívica, del
transporte y vialidad, del procedimiento administrativo.
“Ello confirma que el Congreso de la Unión incurriría
en redundancias y expediría un ordenamiento de conflicto con leyes
vigentes” en la capital de la República.
También señalaron que limitar las manifestaciones en
la ciudad de México violaría el artículo 1° de la Constitución, la
Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, así como la Convención Americana de
Derechos Humanos.
Fuente: La Jornada.
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