La directiva del Senado, que preside Raúl Cervantes, tiene ya todo listo para que este fin de semana el recinto de Reforma e Insurgentes sea rodeado por la fuerza pública a fin de impedir que las protestas interfieran con la decisión de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) de aprobar la próxima semana la reforma energética.
El responsable de servicios administrativos del Senado, Rodolfo Noble
San Román, explicó a un grupo de senadores del PRI que habrá un fuerte
cordón de seguridad porque, les dijo, seguramente tras el mitin de
Andrés Manuel López Obrador, el próximo domingo, sus partidarios
pretenderán acampar ante el Senado.
No lo podrán hacer, recalcó, porque dentro del recinto estará la Policía Federal y fuera granaderos y la policía montada.
Según versiones de integrantes de la mesa directiva, el presidente de ese órgano acordó ya el operativo
con las autoridades capitalinas y federales a fin de garantizar que la
próxima semana se puedan aprobar las reformas política y energética.
Un perímetro de tres cuadras a la redonda del edificio de Reforma e Insurgentes se convertirá en una
zona restringidaa peatones y automovilistas, con vallas metálicas de 2.50 metros de altura, se informó.
Las bancadas priísta, panista y pevemista reservaron ya lugares en
hoteles cercanos al Senado y que podrían quedar dentro del cerco
policiaco, a fin de que los legisladores puedan desplazarse sin problema
a la sede senatorial.
Los coordinadores Emilio Gamboa, del PRI y Jorge Luis Preciado, del
PAN, dieron instrucciones de que los integrantes de sus bancadas
permanezcan desde el domingo en la ciudad de México.
Fuente: La Jornada.
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