Estamos a un escaso mes de Navidad. Es el tiempo de
los aguinaldos.
Cada senador (y son 128) recibe 234 mil 330 pesos de
gratificación, suma que está incluida en su ingreso anual de 2 millones 729 mil
pesos.
Es un sueldito modesto, si se compara con el de un ministro de la
Suprema Corte de Justicia. Ellos se embolsan cada año 6 millones 760 mil pesos.
Es mucha gente tanto en la Corte como en el Senado: deberían eliminarse las
plazas de los plurinominales, pero son las que más pelean los jerarcas de los
partidos porque les permiten llegar a la Cámara sin hacer campaña ni
enfrentarse a algún candidato popular (o menos impopular).
Un dato para Ripley:
cada senador cuesta a los contribuyentes cada año 31 millones 400 mil pesos. Ese dato se obtiene de dividir el presupuesto de la Cámara entre el número de
senadores.
Pero el pastel no se reparte igual.
No se embolsa lo mismo el jefe
priísta mayor, Emilio Gamboa Patrón, que uno de los legisladores de tercera
fila.
Fuente y nota completa: La Jornada - Enrique Galván Ochoa.