Aunado a que la reforma
energética no proporciona los mecanismos suficientes para que Petróleos
Mexicanos (Pemex) pueda competir en igualdad de condiciones con las
trasnacionales, se suman otros factores en la economía nacional que inhibirán
esas posibilidades, aseguró Francisco Garaicochea, presidente del Grupo
Ingenieros Petroleros Constitución de 1917.
Explicó que las compañías
nacionales obtienen financiamiento con tasas de interés mucho mayores que las
transnacionales, además de que el contenido de bienes de capital desarrollado y
fabricado en México es muy bajo.
En México hay una ausencia de
financiamiento a tasas competitivas, por lo que de inicio existe una desventaja
de la planta productiva nacional, dijo.
En las modificaciones a las leyes
secundarias enviadas por el Ejecutivo se elevó el contenido nacional de 25 a 35
por ciento con respecto a la propuesta original; sin embargo, este límite sigue
siendo bajo si se compara con el establecido en Brasil, donde es de 70 por
ciento.
Cargos desmedidos
Por otro lado, las trasnacionales
presentan a Pemex cargos por sus servicios de tres a cuatro veces mayores que
los reales o al que cobrarían en sus países.
Estas compañías generan empleos y
pagan impuestos en sus países, donde fabrican los equipos y herramientas que
utilizan en México. Adicionalmente, el desarrollo tecnológico de las compañías
extranjeras es superior al de Petróleos Mexicanos y el de las compañías
privadas nacionales.
A su vez, Pemex depende
totalmente de las trasnacionales para registrar y analizar la información
tomada de los pozos, datos que permiten obtener la cantidad de hidrocarburos en
los yacimientos; además, compañías como Schlumberger y Halliburton le perforan
y fracturan por cuenta y orden de la petrolera mexicana una gran parte de los
pozos.
Otro aspecto que inhibirá la
competencia es que la infraestructura nacional para extraer hidrocarburos en
formaciones de lutitas es muy inferior a la que tienen las compañías que
producen gas y petróleo en la cuenca de Eagle Ford, en Estados Unidos, que se
extiende hacia México, por lo que los costos de producción aquí resultan dos o
tres veces mayores que los de las compañías que operan en el otro lado de la
frontera norte. Asimismo, el costo de la energía en México, como el de la
electricidad, el gas, la gasolina, es superior al de Estados Unidos.
Fuente: La Jornada.
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