jueves, 9 de abril de 2015

¿Por qué novotan los jóvenes?

A TODOS LOS CANDIDATOS DE TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS
¿YA SE PREGUNTARON POR QUÉ NO VOTAN LOS JÓVENES?


    Preocupada por el cada vez mayor abstencionismo entre los jóvenes, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encuentra realizando el Seminario de Investigación sobre Participación Política de la Juventud, coordinado por uno de mis maestros en los estudios urbanos el doctor José Antonio Pérez Islas, especialista internacional sobre temas juveniles.

    Aprovechando la importancia de este seminario para reconocer cuáles son las principales razones que llevan a los jóvenes mejicanos a no acudir a las urnas electorales, la prensa le hizo algunas preguntas pertinentes al especialista para conocer su opinión al respecto. Pareciera como dirigida a los mil y un candidatos (es un decir, pues en realidad superan a los 2 mil y pico de gentes que se reclaman “salvadores de la Patria”).

    Aunque usted, y yo, no nos la creamos, la principal razón estriba en que “hacen política como si nada hubiera pasado”, aclara tajantemente Pérez Islas. Y continúa: “No saben leer los nuevos tiempos. Los partidos están metidos en ´su dinámica´, discutiendo sobre ´sus candidatos´. Hacen política a la antigua, como si nada hubiera pasado. Eso habla del anquilosamiento de las estructuras institucionales”.

    Ante las apabullantes cifras oficiales que contradicen a los políticos (de todos colores, olores y sabores), los jóvenes sobreviven entre la pobreza y la pobreza extrema: En 2012, sin la corrupción destapada a granel, la abierta complicidad de autoridades y el crimen organizado, la crisis de los desaparecidos que precipitó el caso de los normalistas de Ayotzinapa, y los jóvenes como carne de cañón del crimen organizado, la Encuesta Nacional de Valores de la Juventud, levantada por la Secretaría de Educación, reveló que a 89.6 (90%) de los jóvenes “les  interesaba poco o nada la política”. La razón principal: “porque los políticos son deshonestos”. 

    Aparte de eso, como dice el escritor inglés Irving Welsh, los jóvenes, sobre todo de clases populares, ya descubrieron que les dejamos como futuro “Absolutamente Nada”. Van las estadísticas, por cierto horrorosas: datos oficiales del Programa Nacional de la Juventud reflejan que el ingreso promedio de los jóvenes que trabajan es de 3 mil 98 pesos (¡¡¡¿?!!!; el desempleo es de 7.7 (muy por arriba de la media de 4.4 por ciento); 3.5 millones de ellos viven en pobreza extrema, y 45.5 están en pobreza, que en Chiapas alcanza 75.5 por ciento; siete de cada 10 carecen de seguridad social; entre 2009 y 2013 fueron asesinados 46 mil 538 de entre 15 y 29 años, y el número de ejecuciones de jóvenes de entre 25 y 29 años fue el más elevado”.

    A muchísimos de ellos les quitamos el sueño de “llegar a ser gente de bien en la vida”, al negarles la oportunidad de ingresar a los estudios superiores (las universidades no han crecido al ritmo de los jóvenes), condenándolos a “ser carne de cañón” en las filas del narcotráfico. Habla el maestro: “Independientemente de la edad de los políticos, en la Política prevalece una gerontocracia (gobierno viejo) que se refleja en el reciclamiento interminable de la clase política en todos los partidos”.   
Interviene otra experta, la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Ana María Fernández Poncella (“Juventudes, elecciones y movimientos”): “Si en la lista nominal superan el 30 por ciento, en el Congreso sólo están representados por el 3.5 por ciento: solamente eran jóvenes 22 de 628 legisladores. Ante una gerontocracia que decide, los jóvenes poco pueden hacer. No hay correspondencia”. 

    Finalmente, el experto en juventud concluye que, “a pesar de su abstencionismo, su activismo en torno al caso Ayotzinapa, y su repudio a las instituciones como corresponsables de los hechos, se enmarca en un concepto del teórico alemán Ulrich Beck: una apolitización muy politizada, porque a final de cuentas los jóvenes votan con los pies, y eso no es apatía; es su manera de expresarse. Como lo son también las redes sociales, en alusión a las multitudinarias marchas de protesta”.

Fuente: Edgar Rodríguez Cimé.
Colectivo Cultural “Felipa Poot Tzuc”

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