miércoles, 11 de marzo de 2015

Vuelven las crisis del PRI

Bienvenidos al pasado
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Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí...’’ y volvió a devaluar. Augusto Monterroso.
Agregarle unas cuantas palabras al cuento más breve de la literatura no le quita su lugar. Es una paráfrasis para ubicarlo en nuestra realidad. Fue repetido millones de veces cuando Fox llegó a Los Pinos. Supuestamente había echado al dinosaurio de su guarida. Pronto nos dimos cuenta de que no era así. El dinosaurio sólo se transfiguró en otro animal. Y cuando llegó Calderón tomó otra forma, pero era el mismo. Nunca se fue. Y hoy nos hace sentir su presencia. Tenemos devaluación, fuga de capitales, desplome del petróleo, descalabros bursátiles, incertidumbre. Toda la sintomatología de las crisis económicas y financieras del pasado. Ayer el peso cayó nuevamente al nivel del ‘‘nunca antes’’: $15.96 por dólar. A largo plazo es una devaluación de más de 100 mil por ciento, si tomamos como punto de partida la de 1976.

Su toque personal
La devaluación de Peña Nieto llega acompañada con rasgos que tuvieron las anteriores: el endeudamiento de Echeverría; el desplome del petróleo de López Portillo; el desbarajuste financiero de Miguel de la Madrid; el remate de empresas y recursos nacionales de Salinas de Gortari; la fuga de capitales de Ernesto Zedillo; la corrupción gubernamental de Fox, y la atmósfera de violencia y muerte de Calderón. Además, Peña Nieto agrega su propio toque: la entrega de los recursos nacionales –petróleo, gas, electricidad– al sector privado.