martes, 9 de diciembre de 2014

México: Ellos y nosotrxs (nos acusan de anarquistas...)


[Imagen: mexico_secuestrado_ahumada_jornada.jpg]

El fascismo se desata. Tras cada marcha es oscura y triste costumbre revisar las listas de detenidos. Se acumulan lxs presxs políticxs. La intimidación, que empezó cuando el estado-capital desolló el rostro de un compañero, escala día a día. Los feminicidios, las masacres, las desapariciones forzadas, siguen y siguen en aumento. Es la guerra de exterminio, en todos los frentes. Pero la resistencia no se detendrá, no debe de detenerse, debe crecer, florecer, generalizarse, debe seguir y expandirse la rebelión.

Ellos encapsulan a un contingente pacífico que se retiraba a sus casas, golpean brutalmente a chavos, a señoras, con tubos, protegidos por escudos, botas y cascos, y después se los llevan secuestrados a sus calabozos, para seguirlos chingando. A nosotrxs nos acusan, como a Sandino Bucio, quien también fue secuestrado y golpeado, de defendernos con palos, piedras y fuego de sus metralletas, toletes y tanquetas. Soy yo... ¿o este combate es visiblemente desigual e injusto?

Así, para exterminarnos, encarcelarnos, desaparecernos, matarnos, ellos nos acusan en sus medios de paga, precisamente de eso, de portar palos, de desafiar al gobierno, mientras ellos ocupan con convoys policiaco-militares desde hace años todo el territorio nacional. Dicen que si el pueblo usa la violencia, ellos usarán más violencia para aplastarlo. Dicen que si el pueblo usa la violencia, pierda legitimidad (¿y cuándo perderá legitimidad el estado?), pero ellos han utilizado la violencia fuertemente armada y con permiso para matar para llevar a cabo cada uno de sus planes:
Enrique Peña Nieto, siendo gobernador del edomex es responsable de haber asesinado a dos muchachos y de haber violado a decenas de mujeres en Atenco, 2006, es culpable del asesinato de Kuy Kendall el mismo día que el llegó al poder, es responsable de las ejecuciones extrajudiciales de Tlatlaya, es responsable de la masacre en Iguala, pues el ejército, del cual él es el comandante supremo (y además jefe de los paramilitares), fue cómplice directo y responsable de la muerte y desaparición de 6 personas y 43 estudiantes, respectivamente.
Chuayffet, junto con el ex-presidente Zedillo, siendo secretario de gobernación y jefe supremo de los paramilitares, respectivamente, ordenaron la masacre de Acteal, donde fueron asesinadas brutalmente decenas de personas indefensas, sobre todo mujeres y niños, de una comunidad pacífica en Chiapas.
Gobernadores y ex-gobernadores, como Eruviel Avila, Rafael Moreno, Mancerda, Mario Marín, Ulises Ruiz, Cesar y Javier Duarte, Eduardo Bours, el ex jefe paramilitar Felipe Calderón, y muchos más que no nombraré, utilizaron las fuerzas represivas del estado para asesinar al pueblo, a niños, a mujeres, a trabajadores, a campesinos, todos pacíficos, cayeron cruelmente abatidos por las balas de plomo y de goma, por granadas de gas, sin mencionar todos los muertos por el desprecio, por el despojo, por el hambre, el hambre de las tripas que extermina y el hambre de oro y muerte de las transnacionales que despojan nuestra tierra y nuestra agua y para hacerlo impunemente asesinan al pueblo, como a Ismael y Manuelita Solorio Solis de Chihuahua y Bernardo Vazquez de Oaxaca, asesinados por oponerse a las mineras trasnanacionales.

El estado es la organización monopólica de la violencia y la muerte. El estado es el grupo de mafias, sicarios y paramilitares encargados de servir y proteger a los dueños de capital en sus empresas de despojo, explotación, destrucción y muerte. El estado-capital es responsable de masacres masivas, violaciones, torturas, sin embargo, se espanta increiblemente cuando el pueblo empuña palos, piedras, fuego. Por eso sus voceros, los medios de paga, se encargan de difundir mentiras, confusión, difamación en contra de cualquier intento del pueblo por defenderse y defender su dignidad.

Cuando la policía fue a la UNAM a intimidar y dispararle a nuestrxs compas humanos y animales, el saldo resultó en varias balas disparadas y heridas ocasionadas, sin embargo, de nuevo, las víctimas fueron culpables... de ponerse en el camino de la bala. Uno de nuestros compas heridos fue descalificado diciendo que “ni siquiera era estudiante”, como si para estar en la UNAM tuvieras que ser estudiante, siendo que es un espacio de y para toda la población, además de que nuestro compañero se tituló efectivamente, siendo reconocido por la universidad como un profesionista, que en este caso, decidió poner sus conocimientos al servicio del pueblo. No corrigieron la mentira.

Cuando secuestraron a Sandino, justifican la brutal violación de los derechos humanos con fotos y videos de él defendiéndose de la policía que evitó una libre manifestación. ¿Qué esperaban, que se dejara golpear por el estado que nos asesina? El 20 de noviembre, cuando 11 personas fueron secuestradas por el estado, ilegal y brutalmente, y trasladadas a penales de máxima seguridad cual terroristas, el Excelsior y la prensa mercenaria y cómplice chilló diciendo que como no iban a ser subversivos si se decían entre sí “compas”, que eso merecían. Callados, patéticamente callados se han tenido que quedar ante la liberación por falta de pruebas de nuestros compas.

Desde tiempo atrás, y ahora en las últimas fechas, el patético espectáculo del estado-capital para dividir al pueblo entre encapuchados y pacíficos ha rendido frutos a través de la criminalización directa, el hostigamiento, la difamación, la reproducción masiva y amplia de mentiras, rumores, información y fotografías confusas y falsas en las redes sociales, con el fin de aislar, detener, torturar, desaparecer y asesinar a nuestros compas.  Es necesario oponer una resistencia cada vez más firme, una lucha ideológica, de nuestras razones, pasiones, necesidades, sentimientos, y experiencias para explicar pacientemente, no con el ánimo de dictar, ni convencer, sino de compartir y escuchar, en nuestra familia, trabajo, escuela, en la calle, en la plaza, en la fiesta, para contrarrestar esta campaña de odio contra el pueblo que dirigen los medios de desinformación del estado-capital, entre los que resalta Reforma, Excelsior, El Universal, La Razón, y a nivel regional, otros como El Diario y El Heraldo, que son el frente ideológico de la guerra de exterminio, cómplices del estado-capital en la muerte y destrucción de nuestra gente y nuestra tierra.

El auditorio okupa Che Guevara, la organización anti-carcelaria Cruz Negra Anarquista, la coordinadora estudiantil anarquista, el colectivo estudiantil Consciencia y Libertad de la facultad de ciencias políticas y sociales de la UNAM, así como distintas personas y organizaciones han sido acusadas directamente de ser “lideres anarquistas” (otro más de sus sin-sentidos) culpables del peligroso delito de repartir palos y piedras en las manifestaciones, acusación del todo FALSA, que pretende preparar a la “opinión pública” para la represión fascista que escala y se avecina. Sus mentiras son más violentas que piedras contra los cristales de los bancos, pues ocasionan muertes de seres humanos. Sus mentiras son más violentas que palos contra la policía que ataca a la población indefensa, a niños, adultos mayores, mujeres y hombres con granadas de gas, toletes y tanquetas. Sus mentiras son muchísimo más violentas que bombas molotov contra el palacio nacional. Los encapuchados no han asesinado más de 100,000 personales en ejecuciones extrajudiciales y masacres. Los encapuchados no han desaparecidos a más de 50,000 personas humillando a sus familiares. Los encapuchados no han secuestrado ni torturado a la población. Los encapuchados no han encarcelado, secuestrado y violado, como lo hace el estado y el capital contra todos, quienes se oponen y quienes iban pasando,  todos los que son pobres y trabajan, todos los de abajo.

Ha sido el estado y el capital, y los medios de paga como los anteriormente mencionados son cómplices y piezas fundamentales en su ajedrez de guerra. Por eso nos acusan de usar violentamente palos, piedras y molotovs contra cristales, tiendas, bancos, símbolos, instituciones, maquinas y demás armas de nuestros enemigos para engañarnos, privarnos y seguir dominándonos. Pero la pagarán, porque no podrán sostenerse mucho más tiempo con armas de fuego y mentiras. Tarde o temprano van a caer.

Por eso le tienen tanto pánico a lxs anarquistas, por eso acusan a todxs sus enemigos de ser anarquistas. Porque dice la consigna ¡MUERTE AL ESTADO! ¡QUE VIVA LA ANARQUÍA! Y no es que nosotrxs asumamos esa etiqueta. La rechazamos como todas las demás. Pero si por oponerse a la represión violenta e ideológica del estado-capital, oponerse al despojo de nuestras vidas y tierras, oponerse a la explotación de nuestro trabajo y salud y oponerse al desprecio que sufrimos quienes somos diferentes, si por eso nos llaman anarquistas, está bien, lo somos. En el siglo pasado las brujas que había que quemar eran los “comunistas”. Guerrilleros también se les llama y se les ha llamado. Autodefensas, zapatistas, normalistas, todas son etiquetas para dividir al PUEBLO, y dividiéndonos, piensan que nos vencerán. Una vez etiquetados y divididos, todo lo que se le parezca al pueblo pobre que lucha, será catalogado como “vandálico”, “delincuente”, “violento”, sin darse cuenta que es el mismo estado-capital proyectándose sobre la gente que quiere y lucha por la justicia.

Por eso, sé que no me darán derecho a replica ni tampoco a la banda que está siendo criminalizada de forma directa por la prensa fascista. Ellos saben que somos sus enemigos. Nosotrxs sabemos que son nuestros enemigos. No podemos esperar concesiones. Pero sí le decimos, alto y claro a toda la gente que quiera escuchar, que nuestro delito es luchar por un mundo nuevo y libre, y por saber que no lo conseguiremos con flores, marchas ni elecciones, solamente con organización rebelde, resistencia y acción directa. Por eso nos persiguen y desprecian. En fechas pasadas, tuve la fortuna de hablar personalmente con diversas personas cuyos nombres aparecen como enemigos públicos por anarquistas. De su boca escuché que no eran momentos para pelear, porque no queríamos más presxs. Ahora los acusan de ser los más subversivos del mundo. Me dan asco esas acusaciones

El anarquismo de los compas acusados no se expresa en enfrentamientos con la policía o quema de cosas, que también son acciones legítimas y necesarias, y no son violentas, primero, porque son autodefensa, y segundo, porque no es la violencia de armas de fuego la que se opone al estado, es apenas la resistencia con las piedras del arroyo, y eso no se puede comparar. El anarquismo de la banda se expresa en recuperar espacios y territorio para la autogestión, para la vida, en romper la propiedad privada de los medios de producción para el trabajo autónomo y colectivo, en socializar el conocimiento, en la solidaridad y el apoyo mutuo, en talleres para niños, adultos, estudiantes, prácticos, teóricos, académicos, artísticos, políticos, económicos. Pero eso no lo dirán los medios. Porque si lo dicen, si lo empezamos a difundir, más y más gente empezará a construir ese tipo de anarquía, y eso sería para el estado, algo mucho más peligroso que los enfrentamientos y ataques de fuego.

Damián Resendiz, quien ha sido señalado de ser un “lider anarquista” que “incluso” estuvo detenido en Oaxaca, también fue detenido en 2011 a las afueras de la delegación Atzcapotzalco por defender los pueblos, barrios y colonias de este ancestral territorio indígena, que el gobierno de Marcelo Ebrard pretendía destruir y que ahora Mancera sigue en sus planes. La lucha era por defender la alameda del norte y las casas, pueblos, barrios, colonias, calles y todo lo que ahí ha construido el pueblo. La lucha se ganó, Damián salió libre, y después de la resistencia a los megaproyectos, la población decidió continuar la lucha en la construcción de autonomía y autogestión. Fue entonces que ahí, en Atzcapotzalco, la banda tomó el “Pozito”, un espacio abandonado por el gobierno, y empezó a recuperar el territorio que les pertenece, realizando talleres y un huerto urbano en la tierra del pueblo. Por eso el gobierno le tiene miedo a Damián. Que lo sepan que no dejaremos que le hagan nada ni a él ni a ningún otro compa que ellos señalan. El anarquismo se generalizará como ideología de lucha. La confrontación con el estado inevitablemente se desarrollará. La lucha florece. Si queremos que de fruto, debemos de seguir atentando contra el corazón de nuestro enemigo, contra el corazón del estado-capital: la propiedad privada de los medios de producción. Y la mejor forma, creo yo, para hacer eso es como lo que hacen okupando el auditorio Che Guevera o el Pozito en Atzcapotzalco y tantos otros lugares: tomar la tierra para el trabajo colectivo.
Solo podemos confiar en nosotrxs mismxs, en el pueblo, en nuestra fuerza, en nuestra organización. Por eso es necesario difundir y estar alerta contra la guerra en todos los frentes, sobre todo en el frente ideológico. Ese es una tarea de los medios libres, autónomos o como se llamen. Es una tarea de toda persona honrada. No basta no creer en sus mentiras. Es necesario seguirlas denunciando, porque sus mentiras vienen junto con las balas, antes, durante y después de la balacera para justificar la masacre cotidiana que vivimos. Nuestros enemigos son enfermas maquinas de la muerte, es difícil considerar humanos a esos dizque-periodistas policías que piden que nos maten. Es difícil considerar humanos a esos políticos y empresaurios que nos mandan matar. Ellos no se comparan con nosotrxs. Nosotrxs atentamos contra el estado-capital, precisamente para defender la vida. Ellos atentan contra la vida para defender su poder y su dinero. Nosotrxs luchamos por la verdad, ellos se sostienen con la mentira. Ellos se hacen ricos con la muerte. Nosotrxs ya estamos hasta la madre de la muerte que nos han impuesto. Ellos le tienen miedo al pueblo armado con piedras, nosotrxs ESTAMOS rompiendo el miedo a sus metralletas. Ellos nos acusan de anarquistas, nosotrxs los acusamos de manejar el estado-capital que mata a la tierra y a los pueblos. Así las cosas, no debe ser difícil tomar la decisión de a quién le creemos, de qué lado estamos.


Sigamos alzando la voz contra el fascismo.

No olvidemos a nuestros compas presxs, desaparecidxs, muertxs.

Detengamos la campaña de criminalización.

A organizarnos y prepararnos para la resistencia contra el fascismo.

¡Seguiremos luchando por la libertad de lxs presxs anarquistas, autodefensas, políticos y de consciencia! 

Desde aquí, hasta el reclusorio norte y la cárcel de mujeres de santa marta acatitla, para Bryan Reyes y Jacqueline Santana, un abrazo con todo mi corazón, esperando poder abrazarlxs en persona pronto, y con gusto de que su huelga de hambre ya terminó. Los quiero un chingo compas, aunque no puedan leer eso.

A Damián y a toda la banda criminalizada, sepan que no están solxs.

¡Muerte al estado-capital!


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