jueves, 21 de noviembre de 2013

El PAN, hacia su “maderización”.


Con las reglas del proceso sucesorio hechas a su medida y el grupo calderonista minimizado, Gustavo Madero avanza a paso firme hacia su reelección como presidente del PAN. Aparentemente no le hacen sombra otros posibles candidatos, como Ernesto Cordero, Gabriela Ruiz, Juan Carlos Romero Hicks o Juan Manuel Oliva. La incógnita sigue siendo Josefina Vázquez Mota, en quien cifran sus esperanzas algunos militantes blanquiazules, pero ella no ha dicho si va o no por la dirigencia panista.
Con Josefina Vázquez Mota indecisa, Ernesto Cordero huérfano de poder y Gabriela Ruiz cooptada, así como con Juan Carlos Romero Hicks, Juan Manuel Oliva y Héctor Larios faltos de apoyos, Gustavo Madero perfila su reelección como presidente del Partido Acción Nacional (PAN) con reglas de competencia ajustadas a su proyecto.
Respaldado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien lo mantiene cautivado pese al choque por la reforma fiscal –aunque unidos en la energética–, Madero y su equipo prevén que Vázquez Mota desista de participar y que el conflicto se intensifique con Felipe Calderón, tutor de Cordero.
Se va configurando un escenario de guerra: Madero perfila como coordinador de su campaña al michoacano Marko Cortés Mendoza, enemigo de Calderón, quien a su vez apuesta con Cordero a la polarización de fuerzas para imponerse.
“Para uno que polariza (Madero), otro que polariza (Cordero)”, le confesó Calderón al senador Héctor Larios, quien por su parte adelanta que esta semana decidirá si desiste de ser uno de los inicialmente siete aspirantes a la presidencia del PAN. “El piso no está parejo”, se queja.

Pero además Madero ha diseñado un plan para el manejo a su favor de los tiempos de la elección –se separará del cargo cuando él decida y habrá una campaña de sólo 45 días– y un esquema de alianzas que le garanticen su reelección, con el estreno del método abierto a los 220 mil militantes activos.
Por ejemplo, de acuerdo con información de su equipo, Madero dejará como interina hasta la elección –prevista para el domingo 4 de marzo– a la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Cecilia Romero, quien se convertirá en la primera presidenta del PAN en su historia, algo que ambiciona Vázquez Mota.
El interinato de Romero Castillo, durante cuya gestión como comisionada del Instituto Nacional de Migración ocurrió la matanza de 72 centroamericanos en San Fernando, Tamaulipas, no es fortuito: forma parte del pacto de Madero con El Yunque, la organización ultraderechista que lo ha respaldado desde 2010, cuando venció a Roberto Gil Zuarth, otro delfín de Calderón.
Parte de ese pacto es la incorporación de Emilio González Márquez al CEN, el 14 de octubre, y la designación de Marco Antonio Adame como miembro del Consejo Rector del Pacto por México, pese a perder las gubernatura de Jalisco y Morelos, respectivamente, y en medio de escándalos de corrupción.
El arreglo con El Yunque incluiría, según la versión de allegados a Madero, usar la buena relación con el gobierno de Peña para enviar como cónsul de México en Barcelona a Luis Felipe Bravo Mena, a quien también se señaló internamente como coordinador de la campaña de Vázquez Mota.
Madero se ufana también de tener el apoyo de todos los gobernadores panistas: Miguel Márquez, de Guanajuato; Francisco Vega, de Baja California; Guillermo Padrés, de Sonora; Marcos Covarrubias, de Baja California Sur, y Rafael Moreno Valle, de Puebla, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Ya desactivó, además, la candidatura de Ruiz del Rincón, promovida por el operador electoral Jorge Manzanera Quintana y, según información de sus allegados, le encomendó revisar los gastos que hizo Cordero antes de ser depuesto como coordinador del grupo parlamentario en el Senado.
“La candidatura de Gabriela nunca tomó fuerza”, reconoció Manzanera ante su equipo, pero él también busca, por separado, un pacto con Madero, a quien acusa de haber aprobado los nuevos estatutos de manera ilegal: se reunió con él y algunos de sus allegados la semana antepasada para “identificar coincidencias”.
El encuentro se produjo en vísperas de que, el viernes 8, Manzanera impugnara los estatutos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), luego de que fueron aprobados por el Instituto Federal Electoral y publicados el martes 5 en el Diario Oficial de la Federación.
“Vamos a platicar con todos los contendientes”, comunicó Manzanera a sus colaboradores y el reportero confirmó que ya se reunió también con Calderón, a quien acusó de haber traicionado a Gil Zuarth y apoyar a Madero en la elección de 2010 (Proceso 1920).
Descartada Ruiz del Rincón y previsiblemente Larios, se cree que también desistirá de su candidatura el exgobernador de Guanajuato Romero Hicks, de escaso conocimiento entre la militancia, pero el sucesor de éste, Juan Manuel Oliva, se asegura que sí se inscribirá.
“Es el único con perfil adecuado para ser presidente nacional del PAN”, asegura Fernando Palma, miembro del equipo de estrategia de Oliva, quien cuenta, según él, con una estructura en cada uno de los estados y el apoyo de al menos 19 jefes estatales.
“Su ventaja es que ha sido militante de a pie: dirigente municipal, estatal reelecto y nacional, así como gobernador y senador. Ni Madero tiene ese perfil”, aduce Palma, miembro del CEN del PAN de Manuel Espino, su amigo.

Fuente y nota completa: Proceso.

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